La Gran Distribución refuerza las promociones y descuentos con el aceite de oliva para avivar las ventas

Los precios en origen del aceite de oliva en sus distintas categorías, en precios históricos nunca conocidos, están tensionando las estrategias de venta de cooperativas productoras, grandes envasadoras y la gran distribución.

Durante la última semana del mes de julio, el precio medio global ha estado por encima de los 7 euros/kilo en origen: en torno a los 7,4 el virgen extra, 6,8 el virgen y 6,5 el refinado. Mientras las cooperativas son conscientes en muchas zonas que la próxima campaña será también complicada y no quieren pisar el acelerador de las salidas, las grandes envasadoras mantienen un importante colchón en propiedad también sabedoras que durante la próxima campaña las existencias serán limitadas, tanto a nivel nacional como en algunos importantes mercados productores, como se ha visto recientemente con las previsiones apuntadas en Grecia.

El último eslabón lo componen las grandes cadenas de distribución, con súper e híper a la cabeza. En los últimos meses han tenido que afinar sus estrategias comerciales para que las ventas de aceites de oliva, con un importante descenso, no se derrumben por completo.

Entre las medidas que han tomado destacan la potenciación de las marcas de distribuidor y segundas marcas de grandes grupos, y sobre todo las promociones y oferta. Especialmente las de la segunda unidad con una importante rebaja -inflando en algunos casos el precio de la primera por encima de mercado- y últimamente con el cheque regalo en sus propios clubs de clientes y en sus tarjetas de fidelización. De esta forma se aseguran la venta de aceites de oliva como producto de gran reclamo entre los consumidores en esta coyuntura de precios muy altos en PVP, y a la vez se aseguran una nueva compra al disponer de más dinero por parte del consumidor.

Según los datos del Anuario de la Alimentación de Mercasa en 2022, en cuanto al lugar de compra, en 2021 los hogares recurrieron mayoritariamente para realizar sus adquisiciones de aceite de oliva a los supermercados (59,1% de cuota de mercado). El hipermercado alcanza en este producto una cuota del 25,9%, mientras que el comercio electrónico representa el 4,0% y los economatos y cooperativas concentran el 1,9%. Los establecimientos especializados suponen el 1,5% y las otras formas comerciales acaparan el 7,6% restante.

Es decir, entre híper y súper suman el 85% de la cuota de mercado en las ventas de aceites, aunque concentrada en unas pocas marcas. La venta on line tanto de marcas gourmet como también de cooperativas productoras ha aumentado de forma sensible en los últimos dos años, sobre todo a partir de la pandemia.

El aumento de las ventas de las cadenas de supermercados regionales ha sido también un balón de oxígeno para muchas marcas que tienen muy complicado, cuando no imposible, su entrada en las grandes cadenas de híper y súper.

Hay que tener en cuenta que la primera cadena de distribución por cuota, Mercadona, cuenta con poco más de media docena de proveedores pero para su marca de distribuidor. Y en el caso de las cadenas alemanas, Lidl y Aldi, que han experimentado las mayores subidas de cuota en los últimos tiempos, también cuentan con una oferta de marcas muy limitada -un par de ellas o tres- apostando sobre todo por su propia marca de distribución.


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