Los superintensivos de Sevilla y Badajoz concentran el 50% de los aceites extratempranos de la nueva campaña

La nueva campaña se va olvidando con el paso de las semanas de los aforos adentrándose en el terreno de las realidades. Con algunos días de retraso por las esperadas lluvias otoñales que han permitido redondear la aceituna, las almazaras y explotaciones que apuesta por los AOVEs extratempranos -mayoritariamente en el caso del superintensivo y en seto- se han puesto en marcha.

Los datos de AICA referidos al mes de octubre, el primero de la campaña oficial 2023/2024 muestran como la producción se ha quedado en las 35.813 toneladas. Si atendemos a unos aforos previstos del entorno de las 750.000 toneladas en global para la campaña, el porcentaje de los AOVEs extratempranos producidos en el mes de octubre no alcanzarían ni el 5% de la producción en global.

Como viene ocurriendo en años anteriores, el eje formado por los olivares superintensivos y en seto de las vegas del Guadalquivir y el Guadiana es la que domina totalmente este mercado de los AOVEs extratempranos, como ocurre con los olivares de Alqueva en Portugal.

Según las cifras de AICA, entre la producción de la provincia de Sevilla y la de Badajoz han concentrado esta campaña casi el 50% del total de aceites producidos en el mes de octubre. La provincia sevillana los lidera con 12.555 tn, seguida de la de Badajoz con 4.848 tn. En un siguiente escalón irían las dos provincias con más producción global de aceites de oliva en España, Córdoba con 4.048 tn y Jaén con 2.945 tn. Cataluña, por el peso de la Arbequina, también ha sumado 1.969 toneladas mientras que la Comunidad Valencia se queda en 1.578 tn. Destaca el caso del olivar de Castilla-La Mancha, dominado por la Cornicabra más tardía en su maduración, que pese a ser la segunda región española en producción en volumen solo aporta 463 tn de aceites extratempranos en octubre.

El eje de los valles del Guadalquivir y Badajoz aporta grandes similitudes en el caso de los AOVEs extratempranos de primeros de campaña, tanto en la tipología de sus explotaciones de superintensivo y en seto, como en el perfil empresarial de sus propietarios, así como en el tamaño y funcionamiento de sus almazaras. Y también en que siguen desarrollándose nuevas explotaciones y almazaras de gran tamaño que reforzarán en sus próximos años su dominio en los aceites producidos en los dos primeros meses de campaña.

El potencial productivo de ambas provincias quedó claro hace dos campañas cuando entre ambas sumaron más de 200.000 toneladas de aceites de oliva. Con el paso de las campañas, los aceites tempranos de ambas provincias comienzan a tener un gran protagonismo en las primeras operaciones de mercado oleícola, restando incluso peso a las de la zona de Alqueva que siempre marcaban precios al inicio de la nueva campaña.


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