La lluvia y el bajo rendimiento ralentizan la recogida en las fechas clave de la campaña

El parón y retraso en la recolección de aceituna para almazara en muchas comarcas españolas provocado por la climatología pero también `por el bajo rendimiento de la aceituna ha tenido un efecto directo en la subida de los precios del aceite de oliva en origen. Si a mediados de noviembre se dieron un cierto respiro, justo en el arranque importante de la campaña 2023/2024, en la última semana de noviembre y primera de diciembre han vuelto a recobrar la senda ascendente para situarse en el entorno de los 7,88 euros/kilo el virgen extra los 7,41 el virgen y los 7,25 euros/kilo el lampante.

Como tónica general queda claro a estas alturas de campaña, cuando solo ha entrado en almazara un porcentaje de la cosecha prevista -765.300 toneladas según el Ministerio de Agricultura a 1 de octubre- que la campaña va retrasada y sobre todo que las expectativas de rendimiento están por debajo de las previstas. Habrá que ver como las lluvias de finales de noviembre y primeros de diciembre afectan en el volumen y rendimiento total del fruto a final de cosecha.

Este menor rendimiento también está teniendo un efecto directo a la hora de vender la aceituna, sobre todo por parte de grandes productores y sobre todo de cooperativas que no cuentan con almazara propia y la deben vender a intermediarios de su región o fuera de ella. Los precios ofrecidos por los puestos de compra varían de forma notable incluso dentro de la misma comarca, con diferencias superiores a los 20 céntimos por kilo de aceituna. Y con variaciones que llegan incluso a los 30 céntimos por kilo dependiendo de las variedades y los rendimientos esperados. Ha llegado el caso de variar en pocos días los precios ofrecidos al productor  de forma significativa para la misma variedad y en la misma zona al ver el rendimiento obtenido en los primeros camiones que llegaban a la almazara.

Todo ello en un escenario en el que la cosecha prevista sigue siendo superior a la anterior en un 15%-una de las más flojas de las últimas décadas- pero mucho más baja que la media de las últimas, sobre todo en el caso de Andalucía, donde la rebaja alcanza casi el 40%.

Según el análisis por comunidades autónomas del Ministerio de Agricultura, se puede producir “un incremento de la producción respecto de la campaña pasada en Andalucía (+7 %), en Extremadura (+101 %) y en Castilla-La Mancha (+ 29 %). No obstante, en Andalucía, principal región productora, con un 70 % de la producción española, la cosecha se estima un 40 % por debajo de la media, especialmente por la baja producción prevista en las provincias de Jaén -primera provincia productora de España-, Córdoba y Granada.

La situación climática de los últimos meses es el principal condicionante de la producción prevista. Los episodios de elevadas temperaturas en plena floración provocaron pérdidas de flor y una merma en el cuajado del fruto. Sin embargo, los árboles han presentado condiciones heterogéneas en las diferentes zonas productivas. Este aspecto ha dificultado la realización del aforo en algunas regiones”. Por tanto, compás de espera ante la lluvia y el rendimiento en el momento tradicionalmente clave de la campaña.


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