Andalucía y Extremadura concentran el 84% del nuevo olivar en regadío de la última década

Aunque las lluvias de las últimas semanas han servido para tranquilizar en parte los ánimos de cara a la nueva campaña, sin haber entrado aún la primavera, el futuro de los regadíos sigue siendo motivo de debate en el olivar español. Por su creciente protagonismo en la producción final cada campaña.

El reciente estudio “Regadío y Seguridad Alimentaria”, que coordinan Jaime Lamo de Espinosa y Alberto Garrido, y que ha sido editado por Cajamar, aporta datos muy ilustradores sobre la evolución reciente del regadío en los principales cultivos españoles, entre ellos el del olivar.

 “El aumento de la superficie regada en España ha ido acompañado de cambios significativos en la distribución de cultivos, asegura el estudio, Los cereales siguen siendo el grupo de cultivo con mayor superficie regada (932.961 ha), aunque su representatividad ha ido disminuyendo con el paso del tiempo. En 2004 representaban el 28 % de la superficie total regada en España y en 2021 el 24 %. El olivar es el grupo de cultivo con mayor superficie regada tras los cereales y el que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años. Actualmente ocupa 875.530 ha (23 % del total nacional), una cifra muy cercana a la de los cereales”.

Tras los cereales y el olivar se sitúan el viñedo (397.651 ha), los frutales no cítricos (399.281 ha), los cítricos (287.733 ha), las forrajeras (252.735 ha), los cultivos industriales (212.577 ha) y las hortalizas (199.060 ha), representando en conjunto el 45 % del total de los regadíos españoles. Estas cifras reflejan la gran diversidad de la agricultura española que, a pesar de los cambios, se ha ido manteniendo en el tiempo.

En la evolución de los últimos años se comprueba como el olivar en riego ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años, que se ha concentrado sobre todo en Andalucía y Extremadura. Según los datos del estudio, el 84% del olivar de riego de la última década se ha implantado en Andalucía y Extremadura. Y aunque hay datos específicos, buena parte de ellos lo han sido en las cuencas del Guadalquivir y del Guadiana, asociado a olivar intensivo, superintensivo y en seto.

Según el estudio, “analizando las variaciones por grupo de cultivo, se puede observar que los cultivos leñosos son los que más han aumentado la superficie cultivada de regadío en respuesta a su evolución favorable en el mercado y a su transformación de secano a regadío11. La superficie regada de olivar ha crecido significativamente entre el periodo 2004-2006 y 2019-2021 (338.330 ha).

También muestran una importante evolución ascendente los frutales no cítricos y el viñedo, con incrementos de superficie regada de 130.604 ha y 103.604 ha, respectivamente. En concreto, los cultivos que más han expandido la superficie regada son la aceituna de almazara, la uva de transformación y el almendro. Este último ha casi triplicado su superficie regada desde 2015 debido al creciente interés por los árboles de frutos secos (almendro, pistacho, nogal, castaño y avellano) en los últimos “.

En Andalucía, el aumento de la superficie regada se explicaría en gran medida por el incremento del olivar (cultivo predominante) y los frutales no cítricos, especialmente el almendro; en cambio, los cereales grano y los cultivos industriales son los que más la han disminuido. En Aragón se observa un crecimiento del regadío en los cereales de invierno (cultivo predominante) y un descenso en las forrajeras.

En Castilla y León, comunidad predominantemente cerealista, destaca el aumento de la superficie regada de cereales de invierno y viñedo y la disminución en prados y pastizales, cultivos industriales y tubérculos. En Castilla-La Mancha, el viñedo (cultivo leñoso predominante), olivar y los frutales no cítricos (almendro) han incrementado su superficie regada, mientras que los cereales grano y las leguminosas la han reducido. Por último, en Extremadura, se observa más superficie regada de olivar, viñedo, frutales no cítricos (almendro), cultivos industriales y forrajeras, sin embargo las hortalizas y los cereales grano la han disminuido.

Los sistemas de riego en España han experimentado una fuerte modernización en los últimos 15 años. La superficie regada mediante sistemas de riego tecnificados (localizado, aspersión, automotriz) ha aumentado, pasando de ocupar 2.029.668 ha en 2005 (63 % del total) a 2.940.650 ha en 2021 (77 % del total).  El aumento de la superficie regada tecnificada se debe en su mayoría al incremento del uso de riego localizado (goteo). Entre 2005 y 2021, el riego localizado se ha implementado en 805.884 nuevas hectáreas, convirtiéndose actualmente en el sistema más utilizado en España, con 2.043.476 ha.


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