Revista Almaceite

Mal año en ventas exteriores pero récord en facturación. La fuerte subida de los precios en origen del aceite de oliva durante todo el año 2023, ante la corta campaña y disponibilidad de producto, se notó sobremanera en las exportaciones.

Según los datos de Análisis de las exportaciones agroalimentarias españolas en el año 2023, realizado por Jaime Palafox para Cajamar, las ventas exteriores del producto cayeron un 33% hasta las 779.882 toneladas. Sin embargo el precio medio de las ventas creció de forma espectacular hasta llegar a facturar 4.478 millones de euros. Esta cifra es más del doble de lo que facturaron las exportaciones españolas de aceite de oliva en el año 2013, que fueron 2.117 millones de euros.

Según el informe, España es  líder absoluto en la UE de aceite de oliva, con más del 50 % de las exportaciones del conjunto de países de la Unión y más del doble de las ventas exteriores de nuestro competidor tradicional, Italia, que hace no tantos años era referencia mundial de este producto. Si observamos la evolución de las ventas tanto en valor como en volumen desde 2010, vemos impor­tantes oscilaciones entre unas campañas y otras. Esto es especialmente significativo en el caso de las exportaciones en toneladas que, por poner un ejemplo, pasaron de 766.000 t en 2013 a 1.229.000 en 2014, bajando de nuevo a las 845.000 t en 2015.

Estas oscilaciones crean importantes distorsiones en la oferta de aceite de oliva en los mercados internacionales, que se ven reflejadas de forma importante en el precio, con una dispar evolución del precio medio de las exportaciones de este producto español en la última década. En este sentido, se observa un alza continuada del precio medio desde 2020, y especialmente en este 2023, donde el precio medio ha pasado en un solo año desde los 3,72 euros hasta los 5,74 euros, es decir, una subida de más del 50 %.

Este incremento en 2023 está ligado a un fuerte descenso de las ventas en volumen, que pasan de 1.166.469 t a 779.882 t, es decir, una caída del 33 %. Sin embargo, bajadas en volumen importantes, al igual que se produjeron también entre 2014 y 2015, tuvieron un efecto muy inferior en el precio medio.  Así, la falta de estabilidad en la oferta dificulta las relaciones comerciales entre productores y clientes finales por la competencia del aceite de oliva con otros aceites y grasas sustitutivos.

Sin embargo, en 2023, siendo el segundo año consecutivo de precios al alza en este producto, el mercado internacio­nal, en su conjunto, parece absorber la subida de precios, ya que el descenso de las exportaciones en volumen del 33 % se traduce en un aumento del 1 % en valor. Las ventas en valor han crecido en la media de los últimos 5 años menos que la media agroalimentaria, asegura el informe sobre las exportaciones agroalimentarias del 2023 de Cajamar.

En un año caracterizado por las dificultades derivadas de las caídas en la producción de diferentes sectores por la sequía, así como por la persistencia de la inflación, las exportaciones agroalimentarias consiguieron crecer en 2023 un 3,5 % en valor hasta los 69.608 millones de euros. Este crecimiento contrasta con la caída de las ventas exteriores en volumen, que descendieron un -9 %, con bajadas en todos los principales productos exportados: -6 % en frutas y hortalizas, -8 % en carne de cerdo, -33 % en aceite de oliva y -2 % en pescados y mariscos y vinos.

“La falta de estabilidad en la oferta dificulta las relaciones comerciales entre productores y clientes finales dado que el aceite de oliva compite con otros aceites y grasas sustitutivos”, explicó Pablo Fiter, director de Rafael Salgado Exportación, tras la presentación del informe.