A pocos días de que se conozca el aforo de cosecha de la Junta de Andalucía y la previsión de campaña del Ministerio de Agricultura, se comienza el runruneo de cifras y estimaciones, en algunos casos interesadas desde el punto de vista comercial. El nombre de la campaña ya se conoce: el propio Ministro de Agricultura, Luis Planas, aseguraba hace unos días en una visita a Jaén que la campaña 2024/2025 se irá por encima del millón de toneladas. Ahora falta saber el apellido de esta cifra: si será 1,2, 1,3, 1,4 o 1,5 millones de toneladas. Media-media o media-alta.
Todas las estimaciones parciales se conocen por zonas y denominaciones de origen en Jaén y Córdoba, las dos mayores provincias productoras nacionales, aseguran una campaña notablemente superior a la anterior. Hay que recordar que Andalucía se quedó en 576.000 toneladas en la campaña 2023/2024, para un total español de unas 850.000 toneladas.
En lo que todos los expertos coinciden es que para que la próxima campaña de aceite de oliva sea media-alta, la región andaluza debe acercarse o llegar al millón de toneladas. Sobre todo teniendo en cuenta que en otras zonas productoras como Extremadura, las previsiones en el olivar tradicional en muchas zonas no son del todo optimistas.
Habrá que ver también si el tímido inicio de las lluvias, ya en la cuarta semana de septiembre, continúan de forma constante en el mes de octubre para acabar de completar el ciclo de la aceituna, sobre todo en las variedades y zonas más tardías.
Las estimaciones que dio hace unas semanas la agencia USDA de Estados Unidos cobre la campaña oleícola a nivel mundial mostraba como las estimaciones mundiales no llegaban a los tres millones de toneladas. Eso sí, se esperaba un aumento de un 20& en la producción europea hasta los 1,83 millones de toneladas. De esta cantidad el USDA esperaba una cosecha de entre 1,2 y 1,3 millones de toneladas en España.
Menos halagüeña era la previsión para el olivar italiano, de unas 280.000 toneladas, a expensas de lo que pudiera pasar en Puglia y Calabria como grandes zonas productoras tras un verano seco y muy caluroso. En Grecia las previsiones apuntaban a una horquilla de 280.000/ 290.000 toneladas mientras que en Portugal se espera una campaña muy abundante del entorno de las 200.000 toneladas, gracias a su extraordinario potencial de olivar superintensivo en riego.
Fuera de la Unión Europea, las mejores perspectivas están en Turquía con unas 350.000 toneladas según USDA, más de un 80% superior a la de la campaña 2023/2024. En Túnez la producción estimada será de unas 180.000 toneladas, más baja que la anterior, y en Marruecos de unas 180.000 tn también, aunque las condiciones climáticas durante el verano pueden haber hecho menguar sensiblemente la cosecha en el vecino país.
Revista Almaceite 