Entrevista con
Esteban Momblán
Gerente Interóleo Group
¿Cómo ha sido la campaña 2024/2025 para Interóleo y qué retos tiene planteado en 2025?
La campaña 24/25 se inició en Interóleo con rendimientos grasos de la aceituna muy bajos, por debajo de los rendimientos medios de las últimas campañas. Esto hizo dudar sobre si se alcanzarían los aforos oficiales así como el aforo interno que realizamos previo al inicio de cada campaña.
Pero una vez que la campaña sobrepasó la segunda quincena de diciembre, los rendimientos fueron mejorando y empezamos a obtener rendimientos propios de la fecha de recolección. Hemos terminado la campaña de producción de aceite de oliva con volúmenes propios de una campaña media alta en todas las zonas donde tenemos socios. Debido a las buenas condiciones climatológicas durante la recolección, ha permitido que un alto porcentaje de la misma se recoge del árbol y obtengamos aceite de calidad. Estamos ante la segunda campaña más alta del Grupo Interóleo superando las 70.000 Tm bajo gestión siendo un alto porcentaje aceites vírgenes extras.
Seguimos apostando por los mercados exteriores y la captación de nuevos clientes. Estar avalados por normas de calidad de la máxima exigencia internacional nos permite penetrar en mercados exigentes y obtener mayor valor y rentabilidad para nuestros asociados. Estamos en niveles de exportación del 40% de la producción y queremos seguir creciendo. Entendemos la comercialización como la generación de relaciones comerciales de largo plazo con nuestros clientes atendiendo sus necesidades de producto. Nos ha permitido una comercialización de valor y largo plazo frente al cortoplacismo habitual.
Interóleo se ha consolidado como un referente en la exportación de aceite de oliva de Jaén. ¿Se va logrando una mayor diversificación geográfica y apertura de nuevos mercados?
Todas las campañas vamos consolidando nuevos mercados internacionales tanto a granel como envasado. La buena imagen del aceite de oliva virgen extra de la marca España en lo referente al aceite nos permite entrar en mercados con una mayor facilidad. Actualmente y por zonas geográficas estamos presentes de manera relevante en gran parte de Europa, Sudamérica y realizando la apertura sobre todo a granel tanto en Norteamérica como China.
¿La alta volatilidad en precios de las últimas campañas dificultan mucho la labor exportadora?
En las dos últimas campañas la volatilidad del precio ha sido muy elevada, y esto sin duda ha dificultado la comercialización. El cliente internacional no está acostumbrado a volatilidades tan altas, quieren precios mucho más estables. Pero estas dos campañas anteriores han sido tan bajas en producción que hemos tenido incluso que decidir a qué clientes no podíamos atender con las cantidades que nos solicitaban. Aunque también tenemos que decir que lo han entendido perfectamente. El precio subió tanto porque no había suficientes disponibilidades para atender la demanda global y hemos perdido consumo que se derivó a otro tipo de grasas.
Comentabas en alguna ocasión que hay que dejar de vender lo que se produce y producir lo que se vende. ¿Cómo se logra?
Escuchando al consumidor, es así de fácil. Como en cualquier producto o servicio lo primero que debe hacer quien comercializa es escuchar al consumidor y detectar sus gustos y sus necesidades de uso. Sobre todo en zonas productoras como las nuestras, pero en general creo que en todas las zonas productoras a nivel global no tenemos el foco puesto en lo que quiere el cliente final. Tenemos que facilitarle su uso, no debemos olvidar que el aceite de oliva se usa en la cocina, en la gastronomía.
Durante 2.023 y 2.024, ante el rally de precios el consumidor ha demostrado que el precio, siendo importante, no ha sido una variable principal, hasta el punto que el descenso de consumo ha sido mucho menor del esperado por todo el sector. Hay que estar pendientes de los gustos sensoriales, de frutado, de intensidades de amargo y picante, de cómo se usaría en las costumbres locales de cada zona…
Esta forma de orientación junto con la potencia de las virtudes saludables de nuestro producto nos permitirá tener un futuro muy alentador para nuestros agricultores y permitir poder vivir dignamente de su cultivo.
Revista Almaceite 