
Texto:
José Alfonso Gómez
Doctor Área I+D+I CITOLIVA
El olivo, símbolo indiscutible de la agricultura mediterránea, desempeña un papel clave en la economía y el paisaje de la región. Su producción se enfrenta a desafíos constantes debido a la presencia de plagas y enfermedades que afectan tanto a su rendimiento como a la calidad del aceite. La respuesta tradicional a estos problemas ha sido el uso intensivo de productos químicos, una estrategia que, si bien ha proporcionado soluciones a corto plazo, ha traído consigo consecuencias preocupantes para medio ambiente, salud humana y biodiversidad.
Ante esta realidad, Agro-Live Aliados Naturales, el innovador servicio de Citoliva, surge como una alternativa sostenible, apostando por el control biológico mediante el uso de enemigos naturales de las plagas. Su enfoque agroecológico fomenta un equilibrio ecológico dentro del olivar, permitiendo una producción más eficiente, rentable y libre de químicos sintéticos, garantizando así un modelo agrícola más respetuoso con el entorno y alineado con las exigencias actuales del mercado.
Protección natural
Plagas como la mosca del olivo (Bactrocera oleae), la polilla (Prays oleae), el barrenillo (Phloeotribus scarabaeoides) y la cochinilla (Saissetia oleae) representan una amenaza constante para la producción y la calidad del aceite. Su proliferación sin control puede provocar importantes pérdidas económicas, reduciendo la rentabilidad del cultivo.
La eliminación indiscriminada de insectos no solo afecta a las plagas, sino también a sus enemigos naturales, lo que reduce la biodiversidad y hace que el olivar sea más vulnerable a nuevas infestaciones. La aplicación excesiva de pesticidas ha provocado la aparición de resistencias, aumentando la dependencia de estos productos y elevando los costos de producción.
A esto se suma la presencia de residuos químicos en el aceite de oliva, un aspecto cada vez más vigilado por los mercados internacionales. Los efectos negativos también alcanzan al suelo y al agua.
Agro-Live Aliados Naturales, el servicio de Citoliva, propone un enfoque basado en la biodiversidad y el control biológico. Mediante la potenciación de enemigos naturales de las plagas, se logra un equilibrio que reduce la necesidad de pesticidas, fomenta la sostenibilidad del cultivo y mejora la rentabilidad de los agricultores.
Enemigos naturales
El olivar cuenta con una gran diversidad de insectos beneficiosos que actúan como aliados en la lucha contra las plagas. Depredadores como las crisopas (Chrysoperla agilis), los sírfidos (Syrphus ribesii) y los coccinélidos (Stethorus punctillum), junto con parasitoides como Pnigalio mediterraneus y Diadegma semiclausum, desempeñan un papel crucial en la regulación natural de las poblaciones de insectos dañinos.
Estos aliados naturales contribuyen a mantener un equilibrio ecológico en el olivar, reduciendo las poblaciones de plagas sin necesidad de intervenciones químicas. Su presencia mejora la polinización y la fertilidad del suelo, fortaleciendo la resiliencia del ecosistema ante factores externos como el cambio climático y la intensificación agrícola.
Enfoque natural
Optar por un control biológico en el olivar, como el que propone el servicio de Citoliva, no solo protege el medio ambiente, sino que también ofrece ventajas económicas y sociales. La reducción del uso de pesticidas promueve un olivar más saludable, con menor impacto ambiental y sin residuos químicos en el aceite de oliva. La presencia de enemigos naturales crea un ecosistema más equilibrado, donde la interacción entre especies mantiene controladas las poblaciones de plagas. Disminuir la dependencia de insumos químicos se traduce en un ahorro significativo en costos de producción, mejorando la rentabilidad del agricultor a largo plazo.
Olivar sostenible
El futuro del olivar pasa por la adopción de prácticas agrícolas responsables que garanticen productividad y rentabilidad sin comprometer la biodiversidad ni la salud del ecosistema. Agro-Live Aliados Naturales, de Citoliva, se posiciona como una solución innovadora, aprovechando los recursos naturales del olivar para lograr un equilibrio óptimo entre producción y sostenibilidad. Implementar este modelo no solo permite mejorar la calidad del aceite de oliva y reducir costos, sino que también facilita la transición hacia un sistema agrícola más respetuoso con el entorno y adaptado a las exigencias del mercado y la legislación actual.