
El análisis de los datos del Aforo de la nueva campaña oleícola 2025/26 presentado por el Ministerio de Agricultura el pasado 3 de octubre, un día después de que la Junta de Andalucía presentará los de su región, arroja diferentes lecturas. Las más importante es que la menor producción estimada, y que podría ser incluso más importante si sigue sin llover en las próximas semanas, se concentra sobre todo en el “bajón” de tres provincias claves: Jaén, Córdoba y Toledo por este orden.
Según los datos del aforo del Ministerio -con datos de la Junta en el caso de Andalucía- la caída de la producción en Jaén en relación a la pasada campaña sería de 85.600 toneladas; en el caso de Córdoba alcanzaría las 22.000 tn y en la de Toledo las 20.560 tn. Es decir, entre estas tres provincias, su producción descendería en 128.000 tn en relación a lo que produjeron en la campaña 2024/25. La buena campaña prevista en regiones como Cataluña, Comunidad Valenciana o Aragón en relación a la anterior, así como en varias provincias andaluzas como Sevilla, Málaga o Cádiz no conseguiría compensar sta fuerte caída en tres de las provincias que son la columna vertebral del olivar español.
Hay que recordar que la previsión del Ministerio apunta a una producción de 1,37 millones de toneladas, frente a las 1,41 millones de tn de la campaña 2024/25 y a las previsiones de primavera que apuntaban por encima de los 1,5 millones de toneladas. Hay que ver ahora la evolución de los olivares de otoño, en unas semanas claves para la lipogénisis, que serán cruciales para el rendimiento industrial definitivo del fruto.
También resultará clave el destino final de miles de toneladas de aceitunas de doble aptitud que normalmente se destinan a mesa y que ante la ausencia de lluvias y de calibre y presencia en el fruto están provocando su desvío a almazara, como está ocurriendo en grandes zonas productoras de mesa como Tierra de Barros en la provincia de Badajoz.
En la primera semana posterior a la publicación de los aforos tanto de la Junta de Andalucía como del Ministerio de Agricultura, los precios en origen han sido inmunes a los datos de producción previstos. Manteniéndose los virgen extra en el umbral de los 4 euros y los lampantes en los 3,50 euros. La entrada de los primeros virgen extra de la zona de Alqueva y la pualatina llegada de los virgen extra de las grandes zonas de superintensivo y en seto de Sevilla, Badajoz y Córdoba marcarán en parte tendencia en el mercado.
Ante la actual coyuntura climatológica, y tal como está la aceituna en gran parte del olivar tradicional que no es de riego, las propias cooperativas y organizaciones agrarias profesionales esperan una “campaña de recolección larga” y incluso más tardía de lo habitual, lo que también puede tener su impacto sobre los precios en origen.
Según el Ministro de Agricultura, Luis Planas, «de acuerdo con esta previsión, los datos se sitúan en nuestros niveles medios de producción por segundo año consecutivo y nos deben permitir un abastecimiento fluido del mercado nacional y de nuestras exportaciones a terceros países».
La producción nacional prevista cercana a 1.372.000 toneladas, supone un leve descenso del 3 % con respecto a la cosecha anterior, pero un 19 % por encima de la media de las últimas seis campañas, que estuvieron mermadas por la sequía, especialmente las de 2023/2024 y 2022/2023.
Según el aforo del Ministerio, “las intensas lluvias habidas en primavera permitieron una floración y cuajado del fruto excelente, que hacía barajar una cosecha muy elevada, pero cuya estimación se ha contenido por las elevadas temperaturas estivales registradas en las principales zonas productoras, que han afectado a las aceitunas. Las condiciones climatológicas de las próximas semanas serán determinantes para garantizar la correcta evolución de la campaña y el rendimiento de aceite”.
De las tres grandes regiones productoras de aceite de oliva de España, sólo Extremadura prevé mejorar su producción de la campaña anterior, gracias especialmente a los olivares superintensivos y en seto de las Vegas del Guadiana. Según los datos del aforo, Badajoz volverá a ser la producción no andaluza con mayor producción de aceite de oliva.