
Todas las miradas están puestas en los precios del aceite de oliva en origen…y también en los olivos, que adivinan ya su floración y que presentan un aspecto espectacular en muchas zonas. Con un tiempo algo más caluroso de lo normal en el global de la primavera transcurrida y sobre todo con muy pocas lluvias que amenazan el cuajado del fruto en aquellos olivares sin riego.
Las cifras son claras: a estas alturas el pasado año el agua embalsada en España era del 70,9% de la capacidad de los embalses cuando a finales de abril estamos al 59,1%. Más de diez puntos por debajo de la media de la última década. En Andalucía, los pantanos están al 59,2% de su capacidad, aunque en la Cuenca del Guadalquivir bajan al 54%. Y en la de Júcar y Segura ya no llegan ni al 40%.
Aunque había un dicho que se repite a menudo en las zonas olivareras del sur español que dice que “el olivo es un árbol muy mentiroso”, porque lo que parece a simple vista una buena campaña en floración al final no se transformará en aceite, los meses de mayo y junio son claves en el futuro de la cosecha. Y la lluvia siempre ayuda. O al menos, puede dar pistas sobre lo que va a ocurrir.
Como aseguran desde Viveros Provedo, “desde que se abre la primera flor hasta la última en un mismo olivo puede pasar un tiempo de hasta tres semanas. Durante ese tiempo el polen que es vertido a la atmósfera es muy elevado en comparación a otras plantas, siendo el aire y el azar el encargado de que se produzca el encuentro entre un grano de polen y el estigma de una flor femenina, momento a partir del cual se desencadena el proceso de fecundación, es decir, se formará un nuevo embrión o semilla que luego se verá envuelta por el fruto o aceituna que iniciaría así su crecimiento”. En torno a la mitad de los frutos recién cuajados.
Aunque solo muy pocas flores se convierten al final en fruto. Y de ellas, luego se producirá una nueva criba para quedarse el olivo solo con los frutos que será capaz de alimentar. Y si lloviera en condiciones en las próximas semanas, antes de la llegada del calor intenso, ese cuajado sería más sencillo para el olivo, que lleva ya muchas semanas sin alimento suficiente.
Una respuesta a “El olivo se encuentra sin agua suficiente en la etapa clave de la floración”