
La crisis provocada en muchos frentes por la invasión de Rusia en Ucrania ha movido el tablero de los aceites vegetales comestibles en el mercado español. Primero fue el girasol, del que España es muy dependiente de las importaciones de Ucrania, y que provocó cierto pánico en los lineales. Después fue el orujo de oliva el que experimentó una subida muy destacada de sus precios en origen al ser visto como sustituto natural del girasol en canal Horeca y uso industrial. El efecto dominó también ha afectado a la cotización en origen de los aceites de oliva en sus diferentes categorías, especialmente a los lampantes. Y tras todo ellos, le toca el turno a otro tipo de aceites vegetales más minoritarios pero que quieren conseguir crecer en cuota de mercado vía precio y disponibilidad sobre todo.
Con el terreno de los aceites de colza casi vedados en el mercado español por el estigma que sigue provocando su nombre en consumo directo para hogares, las grandes industrias mundiales del sector se han centrado en el aceite de colza. Su consumo en Tasa Anual se situó en los 629.000 litros anuales –según datos de Anierac- una cantidad a años luz de los 289 millones de litros de los aceites de girasol por ejemplo. Pero las posibilidades de producción en la península unido a la disponibilidad de las importaciones desde Estados Unidos, Argentina o Brasil han animado a las empresas a dar un paso el frente en este producto.
La Asociación Nacional de empresas para el Fomento de las Oleaginosas y su Extracción (AFOEX) y el Consejo de Exportación de Soja de Estados Unidos (USSEC) han organizado la jornada “Aceite de soja: alternativa saludable fabricada en España” en la que se ha presentado el aceite de soja como un aceite vegetal sostenible y alternativa saludable dentro de las opciones de los aceites vegetales existentes en el mercado. La jornada contó con la participación del director de AFOEX, Jorge de Saja, y la representante de USSEC en España, Lola Herrera, así como técnicos expertos de las empresas extractoras: German Tortorella y María Esteban, de la compañía Bunge, y Cristina Castañeda, de la empresa Cargill, así como con la directora técnica de AFOEX, Ana Hurtado.
La jornada, en formato webinar, ha analizado la producción de aceite de soja en España, que asciende a 615.000 toneladas anuales, así como las importaciones, exportaciones y consumo. “La crisis actual de guerra en Ucrania, junto con otros problemas que venimos afrontando como son las huelgas de transporte, nuevas exigencias normativas y las cosechas reducidas en países que han sufrido una intensa sequía en el último año, nos traen a una situación compleja”, afirmó el director de AFOEX, Jorge de Saja. “Aun habiendo trabajado intensamente para lograr el apoyo de las administraciones en la aplicación de medidas de flexibilización del etiquetado y de requisitos de importación de terceros países, se impone la necesidad de diversificar el consumo de aceites hacia otros aceites diferentes del girasol, igualmente interesantes”, ha completado.
Durante la jornada también se han abordado los diferentes usos de aceites vegetales, así como los exhaustivos controles analíticos a los que se somete el aceite de soja en las empresas molturadoras. Asimismo, se ha debatido sobre las exigencias de sostenibilidad establecidas por la Comisión Europea y la necesidad de contar con materias primas sostenibles como la soja.
Una respuesta a “Los gigantes mundiales de aceites vegetales Cargill y Bunge quieren apostar por el consumo de aceite de soja en España”