Los precios del aceite de oliva escalan hacia su “Himalaya” presionados por la campaña 23/24

En poco tiempo el sector del aceite de oliva ha llegado a ver como el aceite de girasol se vendía más caro en los lineales que el de oliva tras el estallido de la guerra en Ucrania, y como desde hace meses los precios en origen no dejar de superar récords.

Si se analizan los gráficos de la subida de precios en origen de los aceites de oliva, en sus diferentes categorías, desde comienzos de año se observa como se ha formado una montaña ascendente que no para de subir. Si hace unos meses aparecían pequeños remansos que daban tregua a las subidas, en los últimos días la escalada vuelve a empinarse con fuerza como si fuera camino de uno de los míticos “8.000” de los grandes escaladores.

Las cifras aportadas por diferentes entidades muy activas en el sector muestran como julio comenzó con precios en origen de 6,8 euros/ kilo para el virgen extra, de 6,3 para el virgen y 6,1 para el lampante. Estas mismas categorías, cuando ya se conocía la realidad de una corta campaña, cotizaban en origen a 5,30 el virgen extra, a unos 5 euros el virgen y a 4,7 euros el virgen.

Las salidas mensuales de los últimos meses, sin contar con las importaciones, han sido más activas de lo previsto por el conjunto del sector productor y envasador para los niveles de precios en origen existentes. Por encima de las 82.000 toneladas, especialmente gracias a las exportaciones.

Sin embargo, la nueva espiral de subidas de precios amenaza con una nueva andanada de aumento de precios venta al público en los lineales en no muchos días. Conforme avanzan las semanas y se clarifica en gran parte del sur español la realidad de la nueva campaña, no muy halagüeña en muchas comarcas olivares andaluzas, tanto grandes envasadoras como grandes cadenas de supermercados tratar de ajustar sobre la marcha sus planificaciones de entregas y su estrategia de precios.

En el caso de las envasadoras, con un colchón de más de 255.000 toneladas en existencias o ya compradas a finales de mayo según datos AICA que querrán tratar de rentabilidad como puedan en un nuevo escenario de precios. Mientras que las cadenas de supermercados nacionales son conscientes nuevas subidas de precios supondrían un nuevo frenazo a las ventas, especialmente en los formatos de cinco litros que se han resentido mucho al tener que hacer desembolsos medios entre 30 y 35 euros de media.

Los meses de julio y agosto, con un consumo más flexible donde el peso del canal Horeca y de las comidas más informales tiene más importancia pueden dar un ligero respiro a la presión compradora del mercado, para encauzar ya en septiembre y octubre camino de la nueva campaña con los primeros aforos y previsiones que dibujarán el futuro escenario de la campaña 2023/2024 con algo más de nitidez. Recordemos que en la campaña actual 2023/2024, algunas previsiones -más que aforos reales- llegaron a desviarse hasta en 300.000 toneladas de la cifra final de producción.

La producción estimada en todo el Arco Mediterráneo, especialmente en Italia, Grecia y Túnez, junto con Portugal, también tendrán en esta ocasión mucho peso a la hora de conformar un escenario de precios que semana a semana vislumbra ya los míticos “ochomiles” de los alpinistas.


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