Entrevista con
Manuel González Rosado
Investigador Universidad de Córdoba
Manuel González Rosado es investigador en el grupo SUMAS de la Universidad de Córdoba y experto en todas aquellas cuestiones que tienen que ver con el manejo del suelo en el olivar, una de las grandes asignaturas pendientes en muchas zonas del olivar español.
¿Qué riesgos representa la erosión para el olivar andaluz y español tradicional?
En los olivares andaluces y españoles, la pérdida de suelo relacionada con los procesos erosivos es una de las principales causas de degradación del suelo y contribuye a la desertificación. La erosión del suelo es aún de mayor gravedad en suelos con bajos niveles de materia orgánica y pobre estructura, características comunes de los olivares mediterráneos.
Estos tipos de suelos que suelen permanecer gran parte del año sin cubierta vegetal son altamente erosionables y comunes en los olivares andaluces y españoles donde la intensificación a la que los suelos de olivar han estado sometidos en las últimas décadas ha mermado significativamente su calidad, lo que se traduce en una disminución en su capacidad a medio-largo plazo para sustentar la producción agrícola, la protección ambiental, y la propia salud y bienestar humano. Por lo tanto, es urgente establecer medidas de control de la erosión y mejora de la calidad del suelo mediante prácticas de manejo sostenible del olivar.
¿Cuál serían las mejores opciones que plantean el uso de cubiertas vegetales en el olivar y de qué forma serían más eficaces?
En la actualidad el manejo del suelo del olivar se basa principalmente en el mantenimiento del suelo sin cubierta vegetal permanente mediante el laboreo o la aplicación de herbicidas. Está ampliamente aceptado que estos sistemas de manejo del suelo afectan gravemente a multitud de características y procesos del suelo, degradando su productividad y sostenibilidad. Por el contrario, las cubiertas vegetales son una de las técnicas más eficientes de manejo sostenible del olivar para controlar la erosión y regenerar suelos degradados.
La instalación de las cubiertas vegetales consiste en mantener el suelo cubierto por hierbas vivas o inertes durante al menos gran parte del año si bien pueden ser cubiertas espontáneas, espontáneas seleccionadas o sembradas. El uso de cubiertas vegetales sirve de barrera para reducir la velocidad del agua de escorrentía a la vez que incrementa la capacidad de infiltración del suelo. No es posible recomendar una única forma de manejar la cubierta del suelo, en función de las condiciones medioambientales de cada olivar habrá que decidir cuáles son las técnicas más adecuadas para aplicar en cada momento.
En general es importante que se haya un alto porcentaje de cobertura del suelo y que se fomente el desarrollo de la cubierta en caso de que las condiciones ambientales o de degradación del suelo no permitan el desarrollo de la cubierta.
¿Cómo valora la importancia del proyecto Diverfarming y que enseñanzas pueden ser aprovechadas de él por los olivareros españoles?
En el desarrollo del proyecto Diverfarming se han instalado diferentes cultivos en las calles de un olivar tradicional (azafrán, avena-veza y lavanda) en la provincia de Jaén. Entre las enseñanzas extraídas del desarrollo de este proyecto destacan que las diversificaciones se han demostrado como muy positivas en la reducción de las tasas de erosión, la mejora de la estructura del suelo, el almacenamiento de carbono orgánico y la biodiversidad. Sin embargo, en suelos de olivar altamente degradados y bajo condiciones ambientales mediterráneas el desarrollo de cubiertas espontáneas o diversificaciones pueden tener dificultades en el desarrollo vegetativo y, por lo tanto, en la efectividad de la cobertura del suelo.
Por otro lado, el manejo sostenible del olivar, debido a su importancia territorial, es fundamental para cumplir retos ambientales, cada vez menos opcionales y más de obligado cumplimiento, siendo la instalación de cubiertas vegetales una de las prácticas más aconsejable. La aplicación de manejos como la diversificación de cultivos y la instalación de cubiertas vegetales favorecen la infiltración y mejoran el contenido de materia orgánica en un contexto de cambio climático aspectos que son fundamentales para la adaptación de los cultivos a condiciones más extremas de temperaturas y precipitaciones.
Revista Almaceite 