
El barómetro de consumo de la empresa Circana para el mes de marzo muestra como la tendencia al aguante que había mostrado el aceite de oliva en los últimos meses frente a la gran subida de precios en los lineales comienza a resquebrajarse. Y es que la caída del consumo de aceites de oliva en el mercado español alcanzó un 31% frente a las mismas cifras del año anterior, cuando en el último año la caída de la demanda era del 15% y del 44% en los dos últimos años. Los datos de marzo muestran como la marcha de consumo de aceites de oliva a otros aceites como el de orujo de oliva y el de girasol se afianza.
Hay que tener en cuenta que la baja de precios en origen de las últimas semanas no se ha trasladado aún al mercado minorista ni a los lineales y que la gran mayoría de los aceites que están en el lineal ahora se pagaron en origen a precios superiores a los que cotizan ahora en el mercado.
Aun así, los datos del barómetro de Circana vuelven a demostrar que la caída de las ventas ha sido sensiblemente inferior a la subida de los precios, Según sus actos, el aceite de oliva habría subido un 66% su precio un23% frente al de marzo del 2024. En los dos últimos años, la subida habría sido cercana al 100% de su cotización. La horquilla de precios más habitual en el lineal sigue estando entre los 9 y los 10 euros de media para los aceites de oliva refinados y los aceites virgen extra respectivamente, si no contamos las promociones de dos en uno o dos por tres.
Está por ver ya próxima la entrada del verano, con el escaso stock de Italia también muy presente, cómo evolucionan las salidas y si logran mantener su solidez de los últimos meses. Algunas grandes cadenas regionales ya han comenzado a ofertar sus garrafas de virgen extra en en el entorno de los 45 euros en promoción cuando solo un antes era casi imposible encontrarlas por debajo de los 50 euros la garrafa.
Habrá que ver el tacticismo del mercado y las estrategias de cada grupo envasador -cooperativo o privado- y sobre todo de los grandes grupos para los que trabajan a la hora de comenzar a mover los precios en línea descendente. Algo que por hora los grandes grupos de distribución que dominan el ránking nacional no parece, por el momento, dispuesto a hacer y mermar así sus márgenes de compra. Incluso con el peligro, por ganar cuota y atraer clientes, de incurrir en ventas a pérdida.