
El olivar es uno de los cultivos más representativos del sector agrícola y agroalimentario de Cataluña, con una extensión de 114.000 hectáreas, de las que 111.000 son de olivar para almazara. Un cultivo dominado de forma mayoritaria por la variedad Arbequina,la más representativa de los AOVEs catalanes y sus denominaciones de origen.
Cataluña dispone actualmente de 180 almazaras operativas, de ellas 97 en la provincia de Tarragona y 53 en la Lleida, La provincia de Barcelona cuenta con 13 almazaras y la Gerona con otras 13. El sector cooperativo es el más importante en número de almazaras y elaboración de aceites, ya que concentra más del 72% de su producción.
Cataluña, gran consumidora de aceites de oliva, siempre ha sido más comercializadora que productora. Los últimos datos de Prodeca, la empresa pública para la promoción de los alimentos catalanes, asegura que solo el 15% del aceite de oliva comercializado desde Cataluña tiene origen en los olivares de la comunidad.
Hay que tener en cuenta que cuenta con un total de 347 empresas y cooperativas dedicadas al negocio oleícola. En la última campaña completa, la 2023/2024, Cataluña ha tenido una producción de 32.466 toneladas, en su media de los últimos años. La campaña 2022/2023, al igual que en resto de España, fue la peor de los últimos años, con solo 15.169 toneladas, y muchas comarcas sin poder recolectar ni un kilo de aceituna. El aforo del Ministerio de Agricultura de la actual campaña 2024/2025 es también muy corto, de 13.414 toneladas, lo que va a tensionar mucho la viabilidad y futuro de las 180 almazaras de la comunidad.
En los últimos años, el olivar arbequino en Cataluña ha tenido importantes problemas de producción y rentabilidad, que tienen que ver mucho con el rendimiento menguante de la variedad, Provocados en gran parte por la compleja coyuntura climática que atraviesa la zona. El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) está desarrollando el proyecto demostrativo «Mejora de la extractabilidad industrial de la variedad Arbequina», en respuesta a la preocupación creciente entre los productores de dos DOPs de aceite de oliva en Cataluña (Garrigues y Siurana), sobre la disminución de los rendimientos industriales obtenidos en las últimas campañas.
La producción de aceite de oliva en estas dos importantes zonas productoras catalanas, en las que la variedad ‘Arbequina’ es mayoritaria, ha experimentado una disminución en la cantidad de aceite obtenido durante los últimos años, lo que ha tenido un impacto directo en la rentabilidad económica de los productores. Según los responsables del proyecto, diversos factores pueden estar influyendo en esta reducción, incluyendo cambios en las condiciones agronómicas, factores climáticos y condiciones tecnológicas.
Estos factores incluyen la anticipación de la cosecha, la adopción de nuevos sistemas de producción superintensivos, la transformación de sistemas de riego en plantaciones tradicionales, el aumento de las temperaturas, la sequía, la maduración de los frutos y el proceso de lipogénesis de aceite en los frutos, así como las condiciones de procesamiento en las almazaras.
El proyecto del IRTA tiene como objetivo cuantificar las posibles causas o puntos críticos que influyen en el proceso de elaboración del aceite de oliva de la variedad ‘Arbequina’ en las DOPs Garrigues y Siurana. Además, se propondrán medidas concretas para mejorarlos rendimientos industriales y, en última instancia, fortalecer la economía del os olivareros en estas áreas.
Mediante este proyecto, el IRTA trabajará estrechamente con los productores locales para identificar soluciones sostenibles y efectivas, lo que supondrá un paso importante hacia la mejora de la competitividad y la calidad de los aceites de oliva producidos en estas regiones. El proyecto, que finaliza en junio de 2024, ha recopilado los datos reales sobre condiciones de extracción y extractabilidad obtenidas en las principales almazaras de ambas comarcas, analizando y cuantificando el efecto de las principales regulaciones sobre la extractabilidad industrial.
Una respuesta a “El olivar catalán se enfrenta de nuevo a una campaña muy corta que tensiona el futuro de sus 180 almazaras”