Volatilidad extrema: de los 1,83 euros/kilo de septiembre del 2020 a los 8,70 euros/kilo de enero de 2024

En pocos días pueden comenzar  a verse en los lineales de las grandes superficies ofertas de aceites de oliva refinados de marca blanca en el entorno de los 5 euros el litro. Ya hay ofertas por debajo de los 5,75 euros/litro. Tras más de dos años se subidas verticales de precios, la fuerte bajada de las cotizaciones en origen desde el comienzo de la nueva campaña 2024/2025 en octubre ha descolocado al sector.

Los aceites lampantes están amagando ya en los últimos días con bajar de la barrera psicológica de los tres euros/kilo. Aunque se nos pueda olvidar a menudo en este vecero mercado de los precios del aceite de oliva, que el lampante llegó a cotizar en origen a 160 euros/kilo en septiembre del año 2020, mientras el virgen extra llegó a estar a 1,83 euros/kilo. Pese al repunte  de precios de la pasada semana, especialmente del virgen extra, que lo alejó de los 3,50 euros/kilo al que llegó a situarse en la segunda semana del mes de diciembre. Al menos, el diferencial de precios entre el virgen extra y el lampante se amplía, por encima de los 0,50 céntimos/kilo.

En una asignatura pendiente desde hace muchos años y sin visos de solucionarse, el sector oleícola español no ha sido capaz de conseguir una cierta estabilidad en los precios del aceite de oliva en origen en el intervalo de campañas. Siempre a expensas de los aforos y de las producciones reales cuando van consolidándose los meses de mayor producción.

Lo que está resultando más desconcertante en este fin de año es que ni las previsiones más optimistas de campaña -que no llega a 1,4 millones de toneladas- ni el nivel de enlace de campaña -el más bajo en años- ni los rendimientos obtenidos en muchas zonas ni la producción prevista en grandes mercados importadores como Italia pueden servir para explicar la brutal caída de los precios en origen.

Mucha más rápida y de más calado que la prevista tanto por brokers como almazaras como cooperativas como grandes envasadoras. Todas ellas esperaban precios en origen en el entorno de los 4,50/5 euros/origen para el virgen extra en el inicio del año, pero ni mucho menos por debajo de los 4 euros para el virgen extra y por debajo de los 3,40 para el lampante.

La fuerte volatilidad de precios en origen del aceite de oliva tiene sus propios hitos en estos últimos meses. En el último año, desde el pico alcanzado en enero de 2024, solo en dos meses antes del inicio de la nueva campaña los precios en origen flaquearon. Fueron en los meses de abril y julio, cuando la situación meteorológica ya avanzaba una campaña normal al menos. Pero tras los siete euros/kilo alcanzados en el mes de octubre, la caída ha sido sin control.

Habrá que ver una vez finalizada la recolección, con el aceite total disponible ya en las bodegas, y cuando las salidas mensuales vuelvan a la senda de las 120.000 toneladas, cómo podrá afrontar el sector la nueva realidad. Con más ventas nacionales y exportaciones a precios bajos en relación a los del último año y medio.

Parece que son muchos los que descuentan ya una buena campaña 2025/2026, pese a todo lo que puede ocurrir -climatológicamente hablando- hasta octubre del 2024. Lo que ya no tendrá vuelta atrás serán los bajos precios a los que decenas de miles de olivareros tradicionales -a título principal o no- están entregando sus aceitunas en puestos de compra privados o en sus cooperativas. Ni a la mitad de precio que en la pasada campaña 2023/2024.


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