El olivar catalán respira esta campaña al esperar 35.500 toneladas, más del doble que la pasada

Foto: FCAC

Cataluña fue ha sido históricamente la cuarta región productora de aceites de oliva de España, tras Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. Muy apegada a su variedad Arbequina, con mucho peso del olivar tradicional familiar y con un alto número de almazaras para su producción. Un modelo que presenta muchas similitudes con el del olivar y mercado oleícola italiano.

Sin embargo, las últimas campañas han sido especialmente complicadas para los productores catalanes, en alguna de ellas en el entorno de las 15.000 toneladas, muy lastradas por la sequía y los bajos rendimientos.

Las previsiones para la actual campaña 2025/2026 va a suponer un respiro para los olivicultores y las cooperativas y almazaras catalanas. Según las estimaciones de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña, se espera producir en torno a las 35.500 toneladas, por encima de la media histórica de 30.000 tn y más del doble que la anterior campaña, De hecho, Cataluña será la región oleícola española donde el aumento de la producción esta campaña será mayor.

La comunidad cuenta con 179 almazaras activas, de las que 95 se encuentran en la provincia de Tarragona y 58 en la Lleida, sus dos grandes territorios productores. En muchas comarcas del interior de Cataluña, el cultivo del olivo es una parte fundamental de la vida social, económica y paisajística. El olivo es, de hecho, el principal cultivo leñoso de Cataluña, y representa casi un 15% de la superficie agrícola total. Traducido en hectáreas, esto supone una superficie cultivada de 114.104.

De concretarse estas previsiones, la producción de este año podría asimilar a la obtenida en algunas campañas anteriores a la sequía de 2022 y sería casi 6.000 toneladas superior a la producción media histórica de aceite de oliva en Cataluña.

Aunque la necesidad de lluvias en otoño, muy retrasadas, hacen extremar la cautela. Según Antoni Galceran, responsable de aceite de oliva de la FCAC, alerta de que «las lluvias de los últimos meses, que facilitaron la floración y el cuajado, favorecieron también una mejora de la producción, especialmente en los olivares de secano. Habrá que ver si también mejoran los rendimientos, después de un año malo en este sentido».

Entre las comarcas catalanas que tendrá un mayor incremento destaca la del Baix Ebre-Montsià, así como las del Camp de Tarragona y los secanos de Lleida. En el conjunto de Tarragona , la cosecha pasaría de 5.700 toneladas a las 24.000 toneladas de este año.  En cuanto a Lleida, la producción podría incrementarse en torno al 20% respecto al año pasado, incrementándose de 8.500 a unas 10.000 toneladas.  Por último, se espera una ligera mejora de la cosecha en Girona y Barcelona alcanzando las 1.500 toneladas , frente a las 1.150 que se obtuvieron el año pasado.


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