
Montse Godoy tiene una amplia trayectoria y visión del sector oleícola, en numerosas facetas y actividades, desde los recursos humanos en la Cooperativa San Sebastián, su gran labor de asesoría en Infaoliva y su colaboración estratégica con muchas almazaras o empresas del sector como Finca Las Manillas, Centrifugación Alemana, Aceites Rotalaya, Roldán Oliva, Oleosalar Cosecheros, Valle de Ricote, Mora Industrial, la orujera Ecomosa, Cortijo Tía Amalia, los premios Sabor Granada o la reciente guía Iber Oleum. “Nuestro trabajo en definitiva es creer, crecer, acompañar, orientar e implementar un nuevo cambio. Nuestro talento, todos ellos”.
En todos los años que llevas trabajando con almazaras y empresas de aceite de oliva, ¿ha cambiado tanto el sector realmente en la comercialización?
Está cambiando a pasos de gigantes. Hemos pasado de vender solo graneles a dirigir la política de comercialización de nuestros aceites de alta gama a un público más exigente, y esto hace que invirtamos en calidad, cantidad, en marketing, en infraestructura y sobre todo en organización de las almazaras con el factor clave, “el capital humano”, como pilar fundamental para este cambio diario. Un cambio hacia almazaras más eficientes y más competitivas.
Mucho se habla campaña tras campaña de si el precio en origen sube o baja unos pocos céntimos por litro ¿Realmente nos olvidamos de temas de fondo que son los que realmente pueden dar viabilidad real al sector?
No podemos olvidar que en una almazara se producen tres tipos de aceite de oliva virgen: extra, virgen y lampante. El problema no es sólo el beneficio, sino el coste. Dependerá de si queremos hacer un virgen extra de alta gama, Premium… o un lampante. No se puede elaborar un virgen o lampante con reducidos costes y etiquetarlo como virgen extra. Este grave problema está provocando que aquellos que honradamente quieren producir un virgen extra y venderlo según ese “engañoso” mercado no puedan hacerlo o se reduzca su rentabilidad.
Insistir en la valorización del aceite de oliva y su promoción debe ser el camino. Promover el aceite de oliva como la grasa más saludable y más adecuada para su uso en cocina. Cuidar al máximo la imagen del producto, recuperar el consumo perdido en los países productores y seguir captando nuevos destinos, pues todavía existen muchas partes del mundo donde no se consume aceite de oliva. No solo hablo del sector del aceite de oliva, también debemos de apostar cada día más por el sector orujero para competir con otras grasas menos saludables.
Un tema importante que quiero destacar es la diferencia que existe entre la almazara industrial y/o la cooperativa. Las desventajas que tienen los primeros a nivel de subvenciones de i+d , impuestos, para poder invertir en las mejoras de sus almazaras y poder competir en igualdad de condiciones. Un problema muy importante, la falta de profesionalización del sector, que tiene que pasar desde el agricultor, hasta la formación e información del consumidor.
Has trabajado mucho en el área de Marketing Digital y Redes Sociales con el sector oleícola ¿Qué carencias y posibilidades tiene el sector en este sentido?
No sólo he trabajado en esa área dentro del sector oleícola. MG Talent es la gestión del talento, en distintas áreas como RRHH, Calidad y Marketing Digital. Las redes sociales son una herramienta más, que ayuda a posicionar un producto; una herramienta que ayuda a vender y crear marca. Es una ventana abierta a la globalización de los mercados, donde están los clientes, donde se crea comunidad y donde formamos y fidelizamos a los nuevos clientes finales. La carencia fundamental es que el Marketing Digital no solo son redes sociales (Facebook, Twitter o Instagram), que cada red social debe dar contenido de divulgación y formación diferentes con una buena estrategia a seguir y bien estudiada para el posicionamiento del comercio electrónico.
¿Corre el riesgo el Oleoturismo de convertirse en una moda en la que hay que estar por estar y repetir las mismas ideas?
Las empresas que utilicen estos servicios tienen que buscar la diferenciación. El Oleoturismo es un balón de oxígeno para las almazaras, un medio de divulgación de nuestra cultura, más un canal de ventas, fundamental para poder crear empleo en una almazara los 365 días del año, y no solo en época de campaña. Soy de las que piensa que repetir no es malo, cada almazara tiene que dar y buscar su propia identidad, ese es el éxito.
Hay un debate en el mundo oleícola sobre la quizás excesiva proliferación de premios nacionales e internacionales y su necesario control ¿Te parecen bien los premios para mejorar la promoción?
Se debe tener un control más objetivo a nivel institucional; ya que el mal uso, puede perjudicar tanto a las almazaras, a los catadores de prestigio internacional y sobre todo al consumidor. El mejor premio para mí, es fidelizar al cliente, porque si un día una almazara deja de estar entre los “top” , el efecto rebote es un problema para que el consumidor deje de comprar esa marca de aceite de oliva e inclinarse a otra. Todo tiene que ser utilizado con “sentido común».
¿El modelo de las denominaciones de origen actual necesita un cierto replanteamiento y ha conseguido en líneas generales sus objetivos?
Desde mi punto de vista, no. Tienen que reemplantearse, funciones, objetivos y revalorizar más su imagen de marca personal y quiénes las componen.
Siempre se asocia el mundo del aceite y el olivar a la salud ¿Nos olvidamos con frecuencia de asociarlo con más fuerza también al medio ambiente y a la economía verde?
Si está olvidado y van de la mano, junto con la bioeconomía y la cultura del bienestar, siendo un factor clave para poner en valor una cultura del olivo, con un problema muy serio de cambio climático que estamos sufriendo y que cambiará el organigrama del sector a nivel internacional.
Aunque es la pregunta del millón ¿por qué se sigue consumiendo tanto aceite de oliva refinado en España? ¿Intereses comerciales, problema cultural, hábitos, comunicación desacertada, desinformación?
Es una pregunta muy simple, ellos llevan años haciendo bien su trabajo de fidelización al cliente. Los pioneros en llegar a los lineales, los primeros en invertir en campañas de Marketing, desde los anuncios de La Masía, “para gente exigente”, cuando solo teníamos una televisión. Cambiar u orientar hacia otras calidades depende de los hábitos de consumo del consumidor, de la información que demos junto con el valor del producto. No debemos de olvidarnos cómo están las economías de las familias en estos momentos muy complejos. Yo me quedo del olivar con “todos”, con productos y subproductos, vírgenes extras, vírgenes, lampantes, orujos, aceites de oliva refinados…. Sólo tenemos que dar el valor, el espacio a cada uno ellos, sin tirar o desprestigiar a los otros. Si fallamos en esto, hacemos daño a un sector en auge y clave en la economía española.
Una respuesta a “Montse Godoy (MG.Talent): “Hay que recuperar el consumo perdido de aceites de oliva en los países productores””