Los hábitos alimentarios de un país son claves para saber el futuro que le espera a determinadas categorías de producto. O también para conocer porqué un determinado alimento no deja de perder consumo per cápita en los últimos años. Suena raro pero le está pasando al aceite de oliva en el país líder mundial en producción y exportación de aceite de oliva: España.
El reciente informe de Kantar Worldpanel sobre el consumo alimentario en el mercado español añade interrogantes sobre la recuperación del consumo de aceite de oliva. Según el estudio, “se intensifican cada vez más los modos de preparación más saludables como la plancha o el hervido”. Es decir, los modos que conllevan un menor gasto en aceites.
Uno de los aspectos que más influyen en la pérdida del consumo de aceite de oliva durante los últimos años en España, además del efecto de la crisis económica y la pérdida de poder adquisitivo, es el estereotipo de que el aceite de oliva engorda. Que ha alejado a una parte importante de la población femenina, sobre todo de la más joven, del consumo de aceites de oliva. Y que ha optado por no freír y por decantarse por los alimentos hervidos y a la plancha donde el aceite de oliva se puede utilizar pero en mucha menor medida que los fritos
Los datos oficiales muestran como el consumo per cápita en España de aceites de oliva ha caído una media de 1,3 litros por persona y año en los últimos cinco años. Desde los 9,7 litros del año 2’11 hasta los 8,4 litros del 2015, último con datos oficiales completos.