
El Territorio Sénia, situado en el punto de encuentro entre Valencia, Cataluña y Aragón, suma 112.000 habitantes en 2.070 km2 y está formado por 27 pueblos valencianos, catalanes y aragoneses que, además de compartir geografía, historia, lengua y cultura, tienen la mayor concentración de olivos milenarios del mundo: casi 5.000 olivos, que son auténticos monumentos vivos, de más de 3,50 m de perímetro de tronco a 1,30 m del suelo, de los que más de 4.000 se hallan al lado de la antigua Via Augusta romana, en Ulldecona (Tarragona) y Canet lo Roig, La Jana y Traiguera (Castellón).
A partir del Inventario de Olivos Milenarios, realizado y mantenido por la Mancomunidad Taula del Sénia y la Asociación Territorio Sénia, trabajando juntos sectores públicos y privados y con la ayuda de otras administraciones se han obtenido buenos resultados en concienciación de los agricultores, en la mejora de la producción de los aceites de la zona, en implicación de los restauradores, el comercio y el turismo de la zona, etc.
Tras los proyectos llevados a cabo, ahora los propietarios de estos olivos milenarios ven que si los cultivan y producen aceite de gran calidad, los 10 molinos y cooperativas de la Marca de garantía Aceite Farga Milenaria les pagan las aceitunas el doble, y además asumen la recogida y transporte y, de esta forma, ellos siguen disfrutando de este patrimonio excepcional que, llegado el momento, podrán transmitir a sus hijos.
En la Comunidad Valenciana existe una Ley de Protección Arbórea que protege todos los árboles de más de 6 m. de perímetro de tronco a 1,30 m del suelo, y en la parte valenciana del Territorio Sénia donde hay 3.060 olivos milenarios sólo 160 superan los 6 metros. En Cataluña y Aragón sólo hay protecciones individuales.
Lo más importante para la conservación ha sido el cambio de actitud de los agricultores gracias a la valorización de su aceite y, también, a los reconocimientos obtenidos a nivel nacional (AEMO, Fundación Dieta Mediterránea e Hispania Nostra / Fundación Banco Santander) e internacional (Unión Europea / Europa Nostra y el del Paisaje del Consejo de Europa).
Casi todos los olivos milenarios son de la variedad Farga, que sólo se encuentra en esta zona. Hace dos siglos dejaron de plantarse por su menor producción, siendo sustituidos por otras variedades e, incluso hace unos años, se arrancaron para ser vendidos como ornamentación privada y pública.
Tras diversos estudios técnicos y gastronómicos se ha demostrado que el aceite de olivos Farga tiene una calidad muy superior a los otros, tanto por su aroma afrutado como por el equilibrio entre todos sus atributos y porque sus valores positivos se conservan durante dos años, lo que parece confirmar que por ello era el aceite preferido de los romanos.
El Territorio Sénia apuesta por una nueva forma de disfrutar el tiempo libre que conjuga cultura, naturaleza y gastronomía. Para evitar perjudicar a los agricultores y dañar el entorno, tras firmar acuerdos: propietarios, Ayuntamientos, Cooperativas y Mancomunidad, se han realizado dos Museos naturales de olivos milenarios, del Arión – Ulldecona (Tarragona) y La Jana (Castellón) y 8 Áreas (más pequeñas) en Alcanar, Canet lo Roig, Vinaròs, La Sénia, Godall, Ulldecona, Traiguera y Càlig y, además, diversos caminos de olivos milenarios que discurren por el “mar de olivos”.
También, los mejores restaurantes de la zona han apostado por estos aceites, que tienen en sus cartas y con los que elaboran exquisitos platos y por ello son el complemento perfecto para la visita a los Olivos milenarios del Territorio Sénia. Tres de ellos tienen Estrella Michelín: Les Moles (Ulldecona), l’Antic Molí (Ulldecona) y Raúl Resino (Benicarló).
Texto: Mª Teresa Adell y Jaume Antich
Webs: www.aceiteolivosmilenarios.com y www.tauladelsenia.org
Hola, es artículo interesante. Muchas gracias.
Me gustaría saber cuáles estudios realizados definen lo siguente?
«Tras diversos estudios técnicos y gastronómicos se ha demostrado que el aceite de olivos Farga tiene una calidad muy superior a los otros, tanto por su aroma afrutado como por el equilibrio entre todos sus atributos y porque sus valores positivos se conservan durante dos años».
Gracias.
Tomiko Tanaka
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