Las grandes envasadoras españolas venden 2,5 veces más aceite de girasol que oliva virgen extra al mes en el mercado español. Un dato categórico. Siempre se ha argumentado que el único efecto positivo de la bajada de los precios en origen del aceite de oliva es que el consumo se recupera y que se vuelve a ganar terreno al aceite de girasol. Un análisis que la actual coyuntura parece reforzar, aunque con matices. Porque el poder del aceite de girasol –complementado en los últimos años con los aceites de mezcla de semillas– parece ya a prueba de bajadas de precios del oliva. En Tasa Anual Móvil pierde poco más de 2.000 tn.
Los datos de Anierac de los primeros siete meses de campaña mostraban claramente como el consumo de aceites de oliva, en Tasa Móvil Anual, habían aumentado un 15%, mientras la suma de oliva y virgen lo había hecho un 10%. Cifras razonables que se repiten, en sentido inverso, cuando las cotizaciones de los aceites de oliva están muy claramente por encima de los 3,5 euros/litro en los lineales. El aceite de girasol puesto en los lineales por las grandes envasadoras vende en torno a las 25.000 toneladas de media mensuales mientras que los aceites de oliva virgen extra se quedan en las 10.000 toneladas.
Sin embargo, el análisis de las ventas por tipos de aceites en los primeros siete meses del año muestra como la suma de las diferentes categorías de aceites de oliva –sin contar el orujo de oliva– sumaba 186.028 toneladas mientras que las ventas de aceite de girasol en solitario alcanzaban las 180.117 toneladas. Es decir, una diferencia por debajo de las 6.000 toneladas cuando el diferencial de precios entre los aceites de oliva refinados y el aceite de girasol se ha estrechado considerablemente. Si hace dos campañas, las diferencias de precios estaba en más de 3 a 1 (más de tres litros de girasol por uno de oliva), ahora en algunas promociones de oliva suave o intenso se quedan muy cerca del 2 a 1 (dos litros de girasol por el precio de un litro de oliva).
Aunque es verdad que la suma de las diferentes categorías de oliva ha logrado superar al girasol, la suma del resto de aceites de oliva vegetales (girasol más sobre todo semillas refinado) aventaja sensiblemente a los oliva: 207.587 toneladas de enero a julio frente a las 186.028 toneladas. Casi 20.000 toneladas de diferencia. Bien es verdad que las ventas de aceite de girasol se han estando en este periodo de enero a julio, pero solo en unas 2.000 toneladas menos que en el mismo periodo del año anterior. Incluso pasaron de 24.526 toneladas en junio a 26.940 toneladas en julio, mientras que los de semillas refinados pasaron de 3.336 toneladas en julio a 4.465 tn en julio. Habrá que ver cómo acaba el año 2019 para comprobar si el aceite de girasol (más semillas) aguanta el empujón final del aceite de oliva en un escenario de precios probablemente más a la baja aún –y con ofertas más agresivas de la Gran Distribución– ante el inicio de la nueva campaña y la realidad de un gran stock de enlace.