La caída de los precios en origen del aceite de oliva como categoría no le ha sentado nada bien a las marcas de distribuidor. O visto de otra forma, ha permitido a las marcas más importantes del mercado “acercarse” a los precios de aquellas, con las que comparte en muchos casos envasadoras y proveedores.
Según datos Nielsen, que figuran en el folleto de la ampliación de capital de Deoleo, durante el pasado año 2019 las ventas de marca blanca en aceites de oliva supusieron un 51,7% del total del mercado, un 12% menos en volumen y 21 millones de litros menos que un año antes. Los resultados presentados en las últimas semanas por alguna de estas grandes envasadoras muestran cómo su cuota de mercado marquista ha subido y aprovechado el ajuste de los precios en el mercado.
La diferencia de ventas entre las marcas propias y las de distribuidor en la categoría oliva en general superan los 144 millones de litros: 298,43 millones para las marcas frente a 154,43 millones para las de distribuidor. Hay que tener en cuenta que entre tres marcas (Coosur, Carbonell y Hojiblanca) suman casi un 23% de cuota de mercado. Es decir, entre la marca de distribuidor y estas marcas, representan el 59% de cuota de mercado.
En el caso de la categoría de los virgen extra, la que más crece en volumen en los dos últimos años, los datos de Nielsen recogido en el folleto de Deoleo ante la CNMV, muestran cómo las marcas de distribuidor –entre las que Mercadona, Carrefour, DIA y LIDL copan el mercado– solo acaparan el 36,4% del total, con una caída del 11,7% en el último año. Es decir, las grandes envasadoras y grupos cooperativos han logrado “arañar” una cuota de mercado significativa.
Algo menor en el caso de los aceites de oliva suaves, en los que la marca de distribuidor alcanza el 52,8%, con una caída del 6,6%. En el caso del oliva intenso, que como el virgen, es la categoría que menos crece en comercialización, la cuota de la marca de distribuidor alcanza el 75,1%, incluso con un leve crecimiento. Es la más agresiva en precios en el lineal por parte de las cadenas de súper e híper, sobre todo en su formato de garrafa de PET en cinco litros.
La fuerza de las marcas de distribuidor siempre ha sido una de las claves con las que el sector productor ha intentando explicar la coyuntura de bajos precios en el sector en los últimos años.