
El gazpacho se convertido en estos últimos días de calor asfixiante en uno de los productos de mayor demanda en los lineales de súper e hipermercados. Un producto que en los últimos tres años ha experimentado un crecimiento muy importante, por encima de los dos dígitos cada año, quedando cerca de los 100 millones de litros anuales y una facturación cercana a los 200 millones de euros. Y donde el aceite de oliva virgen extra ha logrado entrar como uno de sus ingredientes destacados y más promocionados en sus envases.
Aunque los gazpachos, tanto con marca propia como con marca de distribuidor en formato tetrabrik, siguen siendo los de mayor cuota de mercado -gracias en gran parte a sus menores precios- la gama de gazpachos “frescos” cuyos envases suelen ir en PET o en cristal han ganado una importante presencia en el último año. Una de sus principales diferentes, además de su caducidad más corta, es que incorporan mayor cantidad de aceite de oliva virgen extra, en torno a un 7% de media frente al 2,2 a 3% que suelen llevar los gazpachos de tetrabrik. Incluso las grandes cadenas de distribución han optado por entrar con su marca en esta nueva categoría de gazpacho, al doble de precio que sus gazpachos en brik, pero todavía más baratos que los gazpachos en brik de las primeras marcas.
Aunque existen diferentes variedades y presentaciones en el mercado por lo general los gazpachos fabricados incorporan hortalizas frescas como tomate, pimiento, pepino y cebolla, además de aceite de oliva virgen extra, vinagre, sal y ajo. En esta última temporada, algunos fabricantes para diferenciarse ya han introducido variantes un poco más exóticas con frutos rojos, mango, zanahoria, sandía o remolacha. O incluso distinguiendo el tipo de tomate con el que están elaborados, si es tomate rosa o kumato por ejemplo. Hay cadenas o fabricantes que lo prefieren más suave y otras más intenso.
Aunque se trata de un producto muy andaluz (y extremeño), los mayores fabricantes de gazpachos elaborados se concentran en la región de Murcia, debido a su gran potencial en la elaboración y comercialización de hortalizas frescas.
La que antes vio el potencial del producto para la Gran Distribución fue la norteamericana Pepsico que en enero de 1999 compró la empresa Alvalle por más de 1.000 millones de pesetas. Alvalle había sido en el año 1991 pionera en la elaboración de este tipo de gazpachos refrigerados en briks. Actualmente es la referencia marquista de gama alta con más ventas, con precios por encima de los 3,30 de media por litro.
Sin embargo, en cuota de mercado global, gracias también a su mayor precio y a sus fuertes campañas de promoción, es la empresa murciana García Carrión la que más gazpacho en brik vende en España actualmente. Otra empresa ubicada en Murcia, AMC se ha convertido en el mayor fabricante de marca de distribuidor de gazpachos para la gran mayoría de las cadenas de distribución. Entre estas tres empresas -Alvalle, García Carrión y AMC- concentran el 75% de cuota de mercado de las ventas de gazpacho envasado en el mercado español. Otra empresa destaca es la valenciana FSA quien elabora los productos de Mercadona desde su planta de Segorbe en Castellón.
Un mercado en la que también hay actores muy destacados por su apuesta marquista de calidad como Arteoliva, Artesur, Salsas de Salteras, Santa Teresa… El interés de los gigantes industriales agroalimentarios españoles se mantiene. Un ejemplo es la compra del 50% de la sevillana Salsa de Salteras por parte de la multinacional catalana Gallina Blanca (GB Food) en el año 2018.
En cuanto los precios, el abanico es muy alto en la gran distribución desde los 1,20 de varias marcas de distribución y blancas hasta los 5 euros de varias marcas de gazpacho fresco y premium.