
Hay razones que se escapan a la comprensión normal del mundo del aceite de oliva en el sector del consumo, como se ha podido comprobar en los últimos meses con los precios de los aceites vegetales -girasol y orujo de oliva especialmente- tras la guerra de Ucrania. Y también con lo que lleva sucediendo ya de forma continuada en los últimos tiempos con el aceite de oliva “intenso”, uno de los dos refinados que se comercializan en los lineales. Las cifras aportadas a junio por ANIERAC muestras a las claras que ha sido el peor parado comercialmente en los primeros seis meses del año 2021.
En su conjunto, las ventas de aceite de oliva en estos seis primeros meses del 2022 ascienden a 157,70 millones de litros, cifra inferior en un 1,68% al acumulado del 2021. Entrando en el análisis de las diferentes categorías, el “virgen extra” con 63,75 millones de litros presenta prácticamente la misma cifra que en este mismo periodo del 2021 (63,42 millones de litros). El “suave” alcanza los 58,55 millones de litros (-1,59% vs. 2021), el “intenso” los 21,68 (-13,66% vs. 2021) y el aceite “virgen” los 13,73 millones de litros (+ 10,86% vs. 2021). Si tenemos en cuenta la Tasa Anual Móvil, la caída en ventas del oliva intenso suma ya los 10,08 millones de litros, un 19%. Frente a la caída del 10,2% del oliva suave, la del 5,92% del virgen extra, el aumento del 4,8% del oliva virgen o el crecimiento del 32% del orujo de oliva.
Desde ANIERAC no tienen una explicación a esta tendencia de consumo del oliva intenso, y recuerdan que en otras ocasiones se ha considerado que el intenso va hacia un consumidor que aprecia el sabor y a veces lo intercambia con el AOVE o el virgen extra.
Hay que tener en cuenta que una parte del cliente tradicional del oliva intenso, por edad o nuevos hábitos, se ha decantado en parte por los virgen o virgen extra, sin impactarle excesivamente en su gasto habitual.
Es verdad que en la coyuntura de los últimos meses, la diferenciación en precios en los lineales entre los oliva refinados y los virgen extra y virgen de marcas de distribuidor y primeras marcas no ha sido excesiva –salvo en las primeras semanas tras la crisis del girasol. Ya que también las primeras marcas cada vez centran más sus campañas de promoción y márketing en grandes medios en los aceites de oliva virgen extra. Y en las promociones en los lineales, con más peso del oliva suave que del intenso.
Sin embargo, por sí solas, no justifican una bajada tan considerable en relación a su “hermano” el aceite de oliva suave por ejemplo. Por ejemplo, en junio, el aceite de oliva intenso ha alcanzado unas ventas de 10,41 millones de litros, muy cerca de los virgen extra, mientras que el aceite oliva intenso ha caído hasta los 3,96 millones de litros. Durante este mes se han puesto en el mercado 27,30 millones de litros de categoría de aceites de oliva, 4,5 millones de litros más que en junio del 2021. Del total de aceites vegetales, durante los seis primeros meses del 2022 se han puesto en el mercado 338 millones de litros de aceite, lo que supone un 4% más que el año pasado.