Revista Almaceite

Entrevista con
Andrés García Gallego
Gerente de Terraverne

¿Cuáles son los aspectos que hacen diferente al proyecto Terraverne y en qué momento se encuentra el proyecto?

Terraverne nace en plena expansión de la calidad, no somos un proyecto que se ha adaptado a la revolución y la obsesión por la calidad. Todo el proyecto de Terraverne nace y se confecciona por y para buscar la excelencia, desde los socios que participan, hasta la maquinaria seleccionada y por supuesto el equipo que lo forma. No hemos tenido que reciclar a nadie, no nos hemos convertido, nacemos con una idea clara, la exigencia de la calidad. Desde los aceites singulares, tempranos, pasando por los aceites de corte más maduro, es un proceso interiorizado. Eso nos da un gran valor añadido.

Ahora mismo Terraverne se encuentra en un proceso de crecimiento absoluto, es un proyecto nuevo, fresco que por su singularidad crece de manera sostenible pero firme, nos encontramos ante un año crucial. Podemos decir que Terraverne está en su mejor momento pero aún nos queda mucho para llegar a nuestra cima.

Por tu amplia experiencia en este campo, ¿cómo crees que ha cambiado el mercado de los AOVE premium en España en los últimos años?

El mercado de los AOVE premium se encuentra en un buen momento, se está convenciendo poco a poco al consumidor a valorar este tipo de aceites, pero no debemos de caer en la tentación de creernos que esto está hecho, porque no es así. Al final los premium ocupan una parte muy pequeña de todo el mercado, un mercado que no llega al 4% del consumo mundial de grasas vegetales.

Vender un puñado de cientos de botellas a un mejor precio no es un mercado, hay que ser mucho más ambicioso y exigente con el mercado y con nosotros mismos, hay que ser mucho más claro con el consumidor y desde la producción debemos de poner los medios para que toda persona de nuestro país se convierta en embajadora de uno de los productos más representativos de nuestra dieta mediterránea. No hablo de tempranos, hablo del Aceite de Oliva Virgen Extra de verdad. Debemos de invertir mucho más en el Virgen Extra, no hay ni un solo producto casi en el planeta que esté tan rico y que sea tan saludable, son características que suelen no ir de la mano. 

Que un mayor número de consumidores se acerque a este tipo de AOVEs de mayor calidad, ¿depende más del conocimiento del producto que del precio?

Es un tema mayormente de conocimiento, es un tema de cultura, nadie valora lo que no conoce. Si no somos capaces de dar a conocer nuestro producto no tendremos futuro. Es evidente que la variable precio es muy importante, en un entorno donde la inflación aprieta y donde tenemos una pérdida de poder adquisitivo general de la sociedad sería imprudente decir que el precio no es importante. Al final es una balanza entre placer y precio, si el producto lo vale el precio será menos importante y si el producto no lo vale, cualquier precio será caro.

El sector insiste mucho en los valores saludables del aceite de oliva virgen extra. ¿Con ello, a veces se olvida destacar el aspecto placentero, gastronómico y experiencial de un buen AOVE, quizás?

Es imposible convencer sin emocionar. El paradigma actual de consumo está cambiando, hay que contar una historia y además tiene que ser verdad. El aceite tiene una historia que contar fascinante y verdadera y además de todo esto, es saludable. No se entiende cómo el discurso no tiene más calado, igual lo que nos falta es mucha más inversión en comunicación y marketing, en hábitos de consumo, pero no en España, igual en Europa o en el mundo. A lo mejor la solución es tener una interprofesional mundial donde todos los países productores aunemos fuerzas en una promoción de la cultura del Virgen Extra. Esto merece un gran acuerdo y un liderazgo por parte de España.