La comercialización de aceites de oliva sube un 62% pero pierde un 2,4% en valor

Si solo se analizará la comercialización de aceites de oliva en los últimos meses, la radiografía del sector podía parecer casi idílica. En mayo pasado según AICA las salidas habrían alcanzado las 120.000 toneladas, sin contar las importaciones. Ratificando una tendencia que se mantiene de forma estable en los últimos meses con una demanda interna y externa muy sólida tras las caídas de las cotizaciones en origen.

Mientras, el último informe del Ministerio de Agricultura sobre el sector, referido al mes de marzo, muestra cómo ha aumentado el consumo per cápita un 62,3% en relación al mismo mes del año anterior. En el caso del Virgen Extra habría crecido un 79% y el aceite de oliva refinado un 59%. Sin embargo, la radiografía idílica del sector torna a oscuro cuando se comprueba que este fuerte aumento de las ventas se ha producido con un decrecimiento del valor de los ingresos de un 2,4% en relación a mismas fechas del año anterior. Es decir, con un 62,3% de aumento de las ventas se ha ingresado un 2,4% menos. ¿Para quién es rentable esta situación?

El informe del Ministerio de Agricultura, referido a las cifras del mes de marzo de este año, mostraba una disminución media del precio del aceite de oliva virgen del 0% en el último año, del 37,5% del virgen extra y del 43%  del aceite de oliva.

Un completo estudio sobre la regulación de la oferta en el mercado oleícola elaborado por diferentes expertos de la Universidad de Jaén y editado por la Diputación de Jaén, mostraba alguna de las claves que han marcado el sector en los últimos tiempos a nivel de comercialización, precios y demanda.

“Los precios en origen de los aceites de oliva han aumentado desde el inicio de la campaña 2021/2022 (mes de octubre de 2021) hasta finales de junio del 2024, último dato disponible, un 153% para el AOVE (de 3,17 euros/kg hasta 8,02 euros/kg), un 151% para el aceite de oliva virgen (de 2,96 euros/kg hasta 7,43 euros/kg) y un 148% para el aceite de oliva lampante (de 2,86 euros/kg hasta 7,09 euros/kg). Los precios mantuvieron una tendencia al alza durante todo el año 2022, con importantes subidas hacia mediados de año y continuaron su línea fuertemente ascendente, sobre todo, a partir de abril del 2023, cuando las escasas lluvias y las altas temperaturas apuntaban hacia una escasa cosecha”.

El estudio destaca que “respecto de los precios en destino, la evolución entre octubre de 2021 y finales de marzo de 2024, último dato disponible al cierre de esta monografía, revela una evolución muy al alza, aunque no tan intensa como la experimentada por los precios en origen. Así, el precio del AOVE aumentó un 121% (de 4,24 euros/l a 9,38 euros/l), el del aceite de oliva virgen un 146% (de 3,49 euros/l a 8,59 euros/l) y el del “aceite de oliva-contiene exclusivamente aceites de oliva refinados y aceites de oliva vírgenes”, un 143% (de 3,28 euros/l a 8 euros/l).

“Estos incrementos de precios han provocado un significativo descenso del consumo de aceites de oliva en los hogares españoles en el año 2023 respecto del año 2022 (-14,78%), sobre todo, en el AOVE (-22,87%), mientras que el consumo de aceite de girasol ha aumentado con fuerza (24,90%). También lo ha hecho con mucha fuerza el de orujo de oliva (119,85%)”.

La realidad en la reciente campaña 2024/2026 a nivel de precios muestran un estancamiento ya de semanas en los 3,28 euros/kilo para el virgen , los 2,91 euros/kilo del virgen y los 2,81 euros/kilo del lampante. Muy lejos de los 4 euros que se pagaban por el virgen extra, con precios en el lineal sensiblemente más altos que los actuales, en el mes de enero. Ya es habitual encontrar ofertas en las grandes superficies de garrafas de cinco litros de virgen extra en la frontera de los 20 euros e incluso por debajo. Menos de la mitad de lo que costaba esa misma garrafa a primeros del año 2024. Muchas más ventas pero mucho menos margen.


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