El aceite de oliva virgen extra lleva años intentando que la Unión Europea autorice en su etiquetado una declaración de propiedades saludables más que avaladas por numerosos estudios clínicos y científicos. Sin conseguirlo aún. Sin embargo, otro producto mucho más ajeno a la cultura mediterránea europea como es el kiwi -aunque también se produce en varios países de la UE entre ellos España- ya lo ha conseguido.
El pasado 31 de julio, el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) publicó el Reglamento de Ejecución (UE) 2025/1560 de la Comisión de 30 de julio de 2025, por el que se autoriza una declaración de propiedades saludables de los alimentos distinta de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños, y se modifica el Reglamento (UE) 432/2012. Dicha declaración señala que “el consumo de kiwi verde (‘Actinidia deliciosa ‘Hayward’) contribuye al funcionamiento normal del intestino, al aumentar la frecuencia de las deposiciones”. Uno de sus usos más comunes, sobre todo entre la población de mayor edad, que ha revolucionado en los últimos años su consumo en nuestro países pese a ser una de las frutas más caras en los lineales.
El sector del kiwi, cuya multinacional más destacada es la neozelandesa Zespri, lleva desde 2018 persiguiendo dicha declaración para la que argumentó las conclusiones de 15 estudios realizados en humanos. Zespri espera conseguir una facturación de 2.700 millones de dólares para 2025. El año pasado comercializó en todo el mundo un total de 220,9 millones de bandejas de kiwis, 35 millones más que el año anterior.
España es actualmente uno de los mayores consumidores de kiwi de Europa, con casi 2,7 Kilogramos por persona y año. En España ya se cultiva y produce en Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra.
Curiosamente, los tres mayores productores de kiwi en Europa -Italia, España y Grecia- son los tres mayores productores de aceite de oliva.
En el caso del aceite de oliva, la asociación QvExtra!, que agrupa a más de 100 marcas de empresas y cooperativas de AOVEs de calidad, lleva desde inicios del 2022 intentanto lograr ante la EFSA de la UE la primera alegación saludable relativa a la reducción ed una enfermedad. Para conseguir en el futuro que en el etiquetado de los AOVEs pudieran aparecer frases similares a “reduce el colesterol”, “reduce la hipertensión” o “reduce el riesgo de enfermedad coronaria” entre otros.
La EFSA considera que uno de los estudios publicados hasta el momento, aportado por la asociación QvExtra! acreditaría la alegación saludable, instando a que se aporten más evidencias científicas para aprobar la novedosa iniciativa llevada a cabo por la citada asociación. En su contestación ante la petición de QvEXTRA!, la EFSA, tras valorar positivamente la caracterización de los polifenoles del aceite de oliva consideró que, si bien un estudio de intervención en humanos con hipercolesterolemia mostró una reducción del c-LDL tras el consumo diario de polifenoles de aceite de oliva durante 3 semanas, estos resultados no están respaldados por otros estudios similares ni por estudios realizados durante períodos más largos superiores-
EFSA ha lanzado a QvExtra! el reto de realizar un ensayo clínico diseñado según sus directrices, que permita vincular el aceite de oliva virgen extra con la reducción del colesterol. Soledad Serrano, presidenta de QvExtra! considera que “la resolución de la EFSA es un reto para seguir trabajando y buscar los apoyos necesarios en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como en la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, instituciones que ahora tienen un motivo de peso para implicarse”.
El 25 de septiembre se llevará a cabo la III jornada de etiquetado nutricional y saludable de los AOVEs en Madrid, con la presencia de grandes expertos españoles e internacionales en nutrición y medicina. Al sector del kiwi le ha costado seis años que la UE le autorice una declaración saludable. El AOVE lleva tres años trabajando en ello.
Revista Almaceite 