La geopolítica del consumo mundial de aceite de oliva muestra datos alentadores para los países productores europeos, pero también preocupantes. Crece fuera de Europa gracias al tirón de las ventas en grandes mercados como Estados Unidos, China, Australia, India, Japón…y nuevos mercados emergentes. Hasta ahí el dato bueno. Pero, por el contrario, el consumo mundial se va a alejando poco a poco de sus grandes mercados de producción, donde tienen las raíces el olivar mediterráneo.
Si en la campaña del 2009/2010, el consumo europeo suponía en torno al 63% del total mundial (1,83 millones de toneladas frente a 2,90 millones de todo el mundo), durante la última campaña, las ventas de aceites de oliva en Europa solo suponen ya el 55,9% del total, es decir, casi siete puntos menos de cuota de mercado en ocho campañas.
En este periodo, donde ha habido campañas con precios altos y bajos, años de superproducción y campañas de vecería extrema, los grandes países europeos liderados por España, Italia, Grecia o Portugal, han dejado de comprar casi 200.000 toneladas de aceite de oliva anuales. Bien es verdad que este periodo ha coincidido con la peor parte de la crisis económica y financiera que ha podido desviar a miles de clientes hacia otras grasas vegetales de menor precio. Pero la tendencia es clara: cada vez se toma menos aceite de oliva donde más se produce.
Durante las últimas campañas, el consumo mundial tampoco ha logrado romper la barrera de los 3,1 millones de toneladas de consumo, alcanzando los 3,08 millones en la 2011/2012. Mientras, el consumo en Europa alcanzó su punto más bajo en la campaña 2014/2015 con 1,54 millones de toneladas, un cifra con la que el olivar español en una campaña buena podría abastecer a todos los consumidores del viejo continente.
Una respuesta a “El consumo de aceite de oliva retrocede en Europa: pasa del 63% del total mundial al 56% en pocas campañas”