Entrevista con
Manuel Barneo
Director técnico de SCA San Francisco y SCA San Isidro
Manuel Barneo es delegado del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía en Jaén, además de director técnico de la SCA San Francisco y SCA San Isidro, así como CEO de Tierra de Olivos. Trabaja actualmente para desarrollar un sello de calidad para el Olivar de Montaña.
¿Tiene futuro el olivar tradicional de montaña tal como lo conocemos hoy en día?
Desde que los agricultores se cuestionan la rentabilidad del olivar de montaña, al abandono, es cuestión de tiempo si seguimos dependiendo de las ayudas, la volatilidad del precio de los aceites de oliva en función de las cosechas, las nuevas plantaciones y la presión de la gran distribución.
Muchos agricultores están planteándose el abandono del olivar tradicional de montaña consecuencia de la pérdida de renta de este sistema ancestral. El problema se agrava cuando envejece la población de nuestros pueblos debido a la huida de los jóvenes hacia las grandes urbes, buscando un empleo, un futuro, y cuando heredan las fincas, se abandonan definitivamente por las dificultades de mecanización, el pequeño tamaño, y la falta de rentabilidad.
En las zonas de montaña de Jaén, el freno al despoblamiento de las zonas rurales es esencialmente por la rentabilidad del olivar y las acciones del fomento del empleo rural, pero el futuro en las zonas rurales de montaña, está en juego debido al incremento de la superficie de olivares intensivos o superintensivos en zonas de llanura y regadío, fácilmente mecanizable y muy productivas.
Las peores rentas del olivar se dan en los municipios de altas pendientes, en el olivar tradicional no mecanizable de pendiente, dificultad de acceso o de montaña. A día de hoy, el despoblamiento en estas zonas es un rompe cabezas de las administraciones y políticos.
Según AEMO las conclusiones del olivar tradicional, tanto mecanizable como no mecanizable (de montaña o pendiente), se encuentran en una franja de costes superiores a los precios normales de mercado. Esta circunstancia es grave si consideramos, como se expone AEMO (2012), que suponen más del 75% de la superficie de olivar cultivada en España.
Ante esta circunstancia sólo caben tres soluciones: el aumento del precio del aceite vía promoción y diferenciación, aumento de la demanda, reducción de los costes optimizando la mecanización o el cambio del sistema de cultivo mediante una reconversión racional a olivares más intensivos y mecanizable.
El caso de los olivares tradicionales que vegetan en alta pendiente (no mecanizable) es el más preocupante puesto que no es viable el cambio de sistema de cultivo, ni es fácil aumentar la mecanización para reducir costes. Siendo así, la única salida de éste olivar es aumentar el valor añadido de sus aceites, que ciertamente tiene características diferenciales, implementar la ecología en la producción y potenciar las ayudas públicas adicionales asociadas al papel medioambiental de éste olivar asociado a comarcas de sierra y alto valor paisajístico, así como reconocer su papel de fijador de la población en su territorio.
¿En qué consiste el proyecto de creación de un sello de calidad diferenciada para el Olivar de Montaña y qué objetivos pretende?
Las cooperativas de SCA San Isidro (Javier García) y SCA San Francisco (Francisco Gómez), de Villanueva del Arzobispo, se tras ver el estudio de “El aceite de oliva de montaña en Jaén: Calidad y Cadena de Valor” Sanz Cañada, J. et al. 2012, decidieron dar el paso de apostar por la diferenciación, para ello, se organizaron jornadas con experto en el verano y primavera de 2017. Tras escuchar a expertos y reuniones con distintas instituciones MAPAMA, Delegado de Agricultura y Diputado provincial de Agricultura de la Diputación de Jaén. Se apostó por liderar el proyecto de olivar de montaña en Sierra de las Villas. Actualmente cuenta con la colaboración de Jaencoop, IFAPA Venta del Llano, Tierra de Olivos, Mensa Cívica… entre otros para el desarrollo del proyecto.
La legislación “producto de montaña” se sustenta en el reglamento UE de 1151/2012 donde se habla de protección de la mención y el símbolo que haga referencia a la producción primaria y transformación de aceite de oliva y otros productos, enmarcándolo en la calidad diferenciada con el término facultativo en el art. 31. Teniéndose la posibilidad de incorporar zonas con limitaciones naturales.
En 2014 la UE amplió la legislación con el reglamento 665/2014 donde se incorporan productos de origen animal, piensos, productos de apicultura, de origen vegetal y transformaciones cuya distancia no supere los 30 km de distancia del origen del producto de montaña.
Por todo lo anterior el Producto de montaña debe cumplir:
- Criterios de orografía de montaña
- Características de las realidades de productos diferenciales “de calidad”
- Acceder a certificación acreditada por una entidad certificadora externa, para certificar el cumplimiento del pliego de condiciones.
- la norma aplicable ISO /IEC 17065.
- Debiendo cumplir el sistema de control.
-Autocontrol, supone un compromiso por los operadores
-Verificación, autoridad competente (control oficial del nº 882/2004 y 2017/625)
-Certificación, deberá ser una entidad externa e independiente.
-Supervisión, puede ser realizada por la administración o ENAC.
Los objetivos que pretende es primero la diferenciación y segundo la valorización del producto de montaña por sus características: respeto por el entorno (medioambiental), valor visual de los olivares centenarios (paisajístico), identificar las características de los elementos saludables del aove tradicional de montaña (saludable) y fijador de la población (social).
Tiene que realizarse un pliego de condiciones que deben cumplir los aceites contando con la trazabilidad del producto de montaña, y la producción de la almazara tiene que estar a una distancia inferior de 30 km de la zona de producción en montaña.
El marchamo tiene que ser claro, y aportar los valores del producto de montaña.
La marca diferenciada en el sello Olivar de Montaña, se basa en el reglamento de 665/2014. Donde se explicita las características que debe cumplir un producto de montaña:
¿Sería de ámbito español y qué tipo de protección de podría lograr?
Para un éxito colectivo del aceite de oliva de montaña se recomienda un logo nacional que sea fácilmente reconocible por el consumidor.
Un sello para que sea distinguido por el consumidor del aceite de oliva, debe ser un logotipo de carácter Europeo o Nacional, ya que las experiencias de marchamos sin una buena campaña de promoción, marketing e información clara al consumidor siempre lleva a la confusión del cliente ,y como consecuencia, una carencia de valorización del producto.
Este hecho se refleja en el estudio de Sanz Cañada, J. et al. 2012 la mayoría de los consumidores no reconocen los sellos de DOP, API. Sin embargo el logo de agricultura ecológica está más valorado y se refleja en un aumento de precio que está dispuesto a pagar el consumidor. Según los datos del estudio no hubo una clara ventaja de precios de los aceites bajo DOP frente a otros aceites sin DOP.
El objetivo será llegar al cliente con un sello entendible y valorado, que tire del embasado en origen, del consumo y elevación del precio de compra.
En campañas como las dos últimos se olvida fácilmente que la media de precios en origen en la última década apenas cubre los costes de producción del olivar tradicional, principalmente el de sierra y montaña ¿hacia donde habría que trabajar para mejorar sus costes y rentabilidad ante un futuro de precios bajos?
Para mejorar la rentabilidad en las zonas de montaña, con explotaciones atomizadas, se recomienda un cultivo y recolección colectiva. Dónde deben cumplir un papel fundamental de liderazgo las cooperativas o empresas agrarias locales aportando servicios integrados de gestión, manejo y control de plagas, de alquiler de maquinaria y de servicios de recolección de aceituna.
El tamaño a partir del cual es rentable una explotación de olivar tradicional son las 30Has. Según datos del investigador del IFAPA Sergio Colombo. Siendo por ello, normal que las explotaciones estén fragmentadas, atomizadas y dispersadas, para ello en su estudio como conclusiones se puede extraer que el olivar atomizado para hacerlo rentable habría que cambiar la mentalidad en el productor; con más cooperación; obtener un producto de calidad y diversificado; más intensificación e integración vertical. Todos estos pasos son posibles en el olivar tradicional de montaña, excepto la intensificación.
¿Está promocionando lo suficiente el olivar tradicional y de montaña su labor social, medioambiental y sobre todo la calidad de sus AOVES?
Los clientes generalmente se guían por el precio a la hora de decidir la compra de un producto como el aceite de oliva, el aceite de oliva, la leche y la cerveza son los productos reclamo en precio empleados por la gran distribución para atraer sus clientes.
Sin embargo, los consumidores concienciados de los centros comerciales se guían para su decisión de compra por el aceite de oliva que lleve el sello ecológico. Pagando un sobre precio por el mismo.
En Francia si se han realizado estudios donde se tiene en cuenta el aspecto social, muchos clientes no compran productos donde haya sospechas de explotación social.
El mantenimiento de la población en las zonas rurales debe ser una bandera, a la vez que el trabajo de calidad y el compromiso social de ámbito rural con la integración de personas con discapacidad, o con exclusión social, así como la igualdad de género debe ser transversal del producto de montaña. Las mujeres están siendo en muchos casos diferencial positivo en el AOVE de calidad. La igualdad dentro de las Juntas directivas de las Cooperativas, entes u órganos de decisión agroalimentarios y técnicos. Ejemplos: Rosa Vañó de Castillo de Canena, Anunciación Carpio, Agustina Barneo, Juana Ortega, Soledad Román, …
Respecto el planteamiento medioambiental o paisajístico hay mucho por hacer, el valor del olivar centenario conviviendo con la fauna, flora, y los parques naturales son desde luego una buena carta que debe de jugarse muy bien, ya que hasta nuestros días no hemos sabido ponerla en valor, salvo en algunos proyectos: Olivares Vivos, Apadrina un olivo, experiencias de olivar ecológico, donde se trata de favorecer el carácter de calidad ambiental del olivar tradicional.
La calidad y la salud, debe ser una bandera del olivar tradicional, los micronutrientes en el aceite de oliva con gran bioactividad de los compuestos fenólicos (Olesceina, Hidroxitirosol, Ácido vaníllico, Flavonoides, Apigenina, Luteolina, Oleocantal, Hidroxitirosol) y otros componestes (Tocoferoles, Escualeno, Fitosteroles, Clorofilas, Carotenoides, Alcoholes, Ácido oleanóico).
Tomando los componentes minoritarios antioxidantes: protegen contra diversos cambios fisiopatológicos: inflamación, hipercoagulación y estrés oxidativo. Protegiendo también de diversas patologías: dislipidemias, hipertensión y diabetes. De efecto beneficioso inmediato, justo después de la ingesta del aove.
A la falta de rentabilidad se le une el problema de la despoblación rural y el envejecimiento de los agricultores ¿la actual PAC está ofreciendo soluciones a estos problemas o no se están abordando en profundidad?
Desde los primeros estudios de juntas rectoras y gobernanza de las directivas de cooperativas y propietarios de explotaciones de cooperativas, siempre se ha puesto de manifiesto como debilidad la edad de los presidentes, juntas rectoras y de los propietarios,… aunque hay ejemplos donde hay gerentes jóvenes, presidentes jóvenes, en la gran mayoría de las cooperativas el hecho diferenciador de las cooperativas con mayor proyección es la profesionalización y la juventud de los dirigentes. Hay que reconocer el éxito de las almazaras como los premiados con el «Mario Solinas» del COI Explotaciones Agrícolas Melcor, S.C. de Pegalajar, S.C.A. Del Campo » El Alcázar», de Baeza; Fraile Llanos del Castillejo SL de Jaén, Aceites Vadolivo de El Molar, Explotaciones Jame S.L. de Villargordo y Castillo de Canena Olive Juice S.L. de Canena y Alcanova S.L. de Alcaudete, entre otras muchas están posicionándose en el panorama nacional e internacional, SCA San Isidro y Jaéncoop con Prólogo desde 2016.
La actual PAC, sigue siendo un reflejo de las antiguas donde se favorece las explotaciones más productivas frente a las marginales de montaña.Los políticos deben tomar un compromiso claro con las zonas de montaña, si quieren que sigan habitando los pequeños pueblos de montaña.
¿Se debería ir hacia estructuras o sistemas de mayor cooperación entre productores en materia de poda, recolección, mantenimiento, etc incluso en uso de maquinaria?
Hemos visto en los estudios de Sergio Colombo (2017) y por otro lado de Sanz-Cañada, García y Barneo (2012) la integración o cooperación de los productores y evitar el problema de dispersión de las explotaciones haciendo una integración de las explotaciones. Realizando una gestión en común, dar servicios cooperativos adaptados a los socios productores, haciendo que los costes de manejo, producción y recolección se reduzcan, disminuyendo los costes financieros,
Llevando a las explotaciones colectivas a la rentabilidad de manejo y producción, que cada agricultor que soporta costes fijos de mecanización elevadísimos debido al pequeño tamaño de explotación, comparta el uso de su maquinaria para conseguir el número de horas/año suficientes, para el mantenimiento de la misma.
Incluso, se puede hacer una empresa de servicios dentro de la cooperativa para realizar la poda, los tratamientos fitosanitarios para ayudar a las explotaciones los pequeños propietarios inferiores a 10Has.
El big data y las redes sociales en la comunicación pueden ser buenas herramientas en nuestros días para el trabajo colectivo, el big data, para detectar mayores costes o perdidas, llegar a los clientes y valorizar el patrimonio del olivar cultura, salud, naturaleza y social. Todo esto nos hará crecer y favorecer
Las rrss nos ayudan a llegar a los socios de las cooperativas, productores y a los clientes, para que la transparencia informativa y la calidad de nuestros productos den más beneficios al diferenciarse del resto de los productos.
Rompemos, también, una lanza por los productores, ya que desde años en las zonas de la sierra y de alta pendiente se han llevado las tareas compartidas entre vecinos, se compartían mulos o vacas, para labranza, después llevó a compartir tractores para realizar tareas agrícolas. El problema, se plantea a la hora de la inscripción en empresas de servicios, ROPO, ROMA,… Esto hace que cada propietario de maquinaria se plantee cada día menos realizar servicios al vecino, debido a que hasta nuestros días el agricultor no se ha visto como un empresario. Se ha visto como un trabajador del campo, que en algunos casos colabora con el vecino para ayudarle en algunas tareas. Aunque no se contabiliza recibiendo un servicio posterior o ayuda en otra tarea como contraprestación.
En definitiva el futuro del olivar de montaña, debe ser un trabajo en común de productores, cooperativas, almazaras, instituciones, asociaciones agrarias y administración. Donde se identifiquen las labores medioambientales, patrimonio, cultura, económicas y fijación de población rural. Un buen ejemplo de trabajos colectivos es el control de campo en DOPs, APIs, y en el grupo JAENCOOP, SCA San Isidro, SCA San Francisco, SCA San Vicente, control de hasta 60.000 Has de control de Dacus desde 2015.
Una respuesta a “Manuel Barneo: “El olivar de montaña pende de un hilo debido a la pérdida de rentabilidad, la dificultad de mecanización y el escaso apoyo de la PAC””