
Portugal es un país históricamente vinculado al olivar, en regiones como el Alentejo o Tras Os Montes. Que ha logrado duplicar su producción media en apenas 10 años y que cuenta cada vez más con almazaras industriales de gran tamaño, sobre todo en la zona del Alentejo cercana a la frontera española. Sin ir más lejos, esta campaña espera alcanzar las 130.000/140.000 toneladas de aceite de oliva. Gran parte de él, temprano, el mejor valorado y pagado en origen.
Ahora, los aranceles del 25% impuestos por la Administración norteamericana a las exportaciones envasadas de aceite de oliva español le han abierto una nueva oportunidad de mercado que están aprovechando. No solo a los industriales portugueses sino también a los grupos españoles –sobre todo andaluces y extremeños– que cuenta con explotaciones olivareras y almazaras en el vecino país.
En las últimas semanas está siendo habitual el trasiego de camiones con aceituna española –básicamente de la provincia de Badajoz, Sevilla, Córdoba y, en menor medida, Ciudad Real y Toledo-que cruzan la frontera para ser molturado en territorio portugués. Y de esa forma poder pasar por alto los aranceles norteamericanos aunque el aceite acaba exportándose a Estados Unidos envasado. Aceituna española, aceite portugués.
Importantes productores españoles e incluso cooperativas han mostrado interés en acercarse en estas semanas al mercado portugués, donde estarían encontrando precios ligeramente superiores, según calidades, si el aceite finalmente se destina a la exportación.
Tradicionalmente, una parte de la aceituna cosechada en provincias fronterizas como Badajoz –con creciente protagonismo del olivar superintensivo en las Vegas del Guadiana– acababa molturándose en territorio portugués. Lo mismo que ocurría por ejemplo en zonas de Salamanca y Zamora, en los Arribes del Duero. En el caso de la provincia de Cáceres, en las últimas campañas se ha producido el fenómeno inverso y cada vez más productores portugueses acuden a las almazaras de Sierra de Gata para hacer a maquila su aceite.
Curiosamente, si este trasvase de aceitunas hacia las almazaras portuguesas continúa, en el mercado norteamericano puede seguir vendiéndose mucho aceite español envasado pero etiquetado en portugués.