
Campaña de la Interprofesional y la UE en las calles de Nueva York
Aunque suene raro y fuerte el decirlo, la pandemia del Covid 19 le ha venido bien al consumo de aceites de oliva en algunos países. El mejor ejemplo es Estados Unidos, un mercado que ha visto en un año como su consumo de aceites de oliva -especialmente de virgen y virgen extra- crecía de forma considerable tras varios años de estancamiento y apatía. La fuerte reducción del consumo de alimentos en restaurantes y comedores colectivos de empresa explica en parte este aumento del consumo de aceites de oliva en hogares. Unido también a una mayor preferencia por todos aquellos alimentos considerados “saludables” entre los que destaca el aceite de oliva virgen extra. En menos de dos años, el consumo de aceites de oliva ha pasado de cifras del entorno de las 325.000 toneladas a superar en el 2020 por primera vez las 400.000 toneladas. Una cifra que sitúa a Estados Unidos de largo como el tercer mayor consumidor de aceites de oliva del mundo tras España e Italia. Y lo que es más importante, en uno de sus dos mayores importadores a nivel mundial, junto con Italia.
Hay que tener en cuenta que pese al aumento de las nuevas plantaciones de olivar en California y de forma incipiente en otros estados como Texas, la producción media de aceites de oliva de Estados Unidos no supera las 15.000 toneladas de media. Es decir, la capacidad de abastecimiento propio del mercado norteamericano apenas llega al 4% de su consumo medio nacional. Una buena parte de la producción de aceituna de California se destina a verdeo, un mercado con buenos precios y salidas comerciales en Estados Unidos.
De seguir la tendencia actual de ventas de aceites de oliva en el mercado de Estados Unidos, apuntalada por un mayor peso de las marcas de Distribución y una guerra de precios entre las principales empresas competidoras, en cinco años puede convertirse en el mayor mercado mundial de consumo. Las últimas cifras aportadas por la Unión Europea para este año 2021 apuntan a un consumo previsto de 530.000 toneladas en España y de 500.000 en Italia. El tercer mercado europeo, a mucha distancia sería Francia con 115.000 y el cuarto Grecia con 110.000 seguido de Portugal con 80.000 tn. Es decir, la diferencia ya entre Italia y Estados Unidos apenas llega ya a las 100.000 toneladas, y en el caso español a las 125.000 tn.
Hay que tener en cuenta que entre España, Italia y Grecia se han dejado por el camino más de 250.000 toneladas de consumo de aceites de oliva en los últimos 16 años.
Lamentablemente, este avance del consumo en Estados Unidos se produce cuando las posibilidades de venta de aceites envasados con marca “Origen Español” se ven muy limitadas en Estados Unidos con los aranceles impuestos por la Administración norteamericana, que de momento, el Gobierno de Joe Biden no va a cambiar. Lo que ha abierto las puertas de par en par a nuevos competidores en el mercado USA como Túnez, Portugal o Turquía.