
El presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, ha presentado junto al catedrático de la Universidad de Jaén y experto en materia oleícola, Manuel Parras, la publicación titulada “Estrategias para una oleicultura jiennense más competitiva”, que ha sido promovida por la Administración provincial y que, como ha subrayado Reyes, “pretende ser una guía útil para garantizar el futuro de nuestro sector oleícola”.
Este libro surge en parte como respuesta “a los retos del sector oleícola jiennense y a los problemas que lo aquejan”, ha apuntado Reyes, y en sus páginas se recogen “los pasos que en mayor o menor medida se están dando en el contexto de un mercado global que cada día es más competitivo”. Por ello, y partiendo de la situación actual, esta obra “va un paso más allá y establece los ejes estratégicos y las acciones que la oleicultura jiennense se debe fijar para ser más competitiva hoy y estar garantizada mañana”, ha enfatizado Francisco Reyes.
Para definir estas líneas de acción se ha contado con la opinión de más de 70 expertos del mundo de la investigación y del tejido productivo jiennense, que han fijado seis ejes estratégicos y 18 acciones entre los que Manuel Parras ha señalado como principales las referidas a “incrementar la rentabilidad de las explotaciones olivareras y aumentar la orientación al mercado para mejorar la comercialización, lo que pone de manifiesto que la actual crisis de este sector es de carácter económico”.
Además de estas dos necesidades preferenciales, en este estudio también se estima necesario, como ha desgranado Parras, incrementar la rentabilidad de las industrias oleícolas mediante alianzas entre operadores de la cadena de valor de los aceites; diversificar la actividad económica, para lo que se plantea el impulso del oleoturismo y el desarrollo de cultivos complementarios al olivo intercalados en los campos de olivares; o mejorar la sostenibilidad ambiental y mitigar el cambio climático, fomentando especialmente la producción ecológica. Igualmente se considera de interés mejorar la digitalización del conjunto del sector oleícola mediante una agricultura inteligente que aplique las tecnologías de la información y la comunicación al sector oleícola, así como mejorar la trazabilidad de los aceites de oliva.