
Campaña de la Interprofesional y la UE en Tokio (Japón)
Gran parte de las claves de lo que ocurra en el mercado internacional de aceites de oliva en los próximos años tiene que ver con el crecimiento del consumo en países ya consolidados y en los emergentes. Especialmente en los que no son productores. Los últimos datos facilitados por el COI no son del todo positivos, ya que prevén una reducción del consumo mundial del 1,5% hasta los 3,18 millones de toneladas en esta campaña 2020/2021. Las previsiones de alcanzar un consumo medio mundial de 3,5 millones de toneladas en un horizonte temporal de pocos años parecen todavía algo lejanas. Pese a la sensible recuperación de los mercados domésticos como el español y el italiano.
La composición del mercado mundial de consumo está cambiando de forma acelerada en los últimos años. Hay seis grandes mercados de consumo internacionales, con muy poca o nula producción propia de aceite de oliva, que han tomado el protagonismo en las últimas décadas: Estados Unidos, Brasil, Japón, China, Australia y Canadá. Entre los seis alanzarán un consumo en esta campaña de casi 700.000 toneladas de aceites de oliva, lo que supone ya el 22% del consumo mundial. Gran parte del protagonismo lo tiene Estados Unidos, que tras alcanzar la frontera de las 400.00 tn de consumo, verá reducirlo en esta nueva campaña según las estimaciones del COI hasta los 357.000 tn.
En segundo lugar se sitúa Brasil, con 96.000 tn, siendo el país que más ha crecido porcentualmente en consumo en el último lustro. Mientas, Japón alcanza las 78.000 tn, consolidándose como un importante mercado de valor añadido, muy interesante para el AOVE y el ecológico especialmente. En cuarto lugar, lejos de las prometedoras cifras estimadas hace unos años pero con gran interés estratégico de futuro, se mantiene China con 66.000 toneladas, seguido de Australia con 51.000 toneladas y Canadá con 49.000 toneladas.
Aunque no se le presta la atención que merece quizás por su cercanía geográfica, el mercado francés ya se ha situado como el tercer país de consumo en la Unión Europea tras España y Francia, con 118.000 toneladas estimadas en esta campaña. Incluso por delante de Grecia. En el caso de la Unión Europea, España e Italia, mantienen un consumo interior conjunto cercano a las 1.050.000 toneladas y permiten seguir liderando el mercado internacional de consumo. Algo más del 50% del consumo mundial de aceites de oliva se sigue realizando en el mercado europeo, base de su producción.
Sin olvidar también el importante peso en el consumo de grandes países productores como Turquía (170.000 tn de consumo estimado esta campaña) o de Marruecos con 140.000 tn. Un caso singular es el de Túnez, convertido en actor clave de la nueva geopolítica del olivar mundial en los tiempos de los aranceles, cuyo consumo interior solo alcanzara las 35.000 tn. Pese a su corta cosecha en esta campaña, esto significa que tendrá disponibilidad suficiente para abastecer a los grandes operadores españoles en sus planes de exportación a Estados Unidos.