Revista Almaceite

Uno de los sectores que más ha notado en positivo la pandemia del Covid-19 por el aumento de sus ventas ha sido el de las conservas de pescado. Un producto muy valorado en la gastronomía española y por el cliente particular que resulta también muy interesante para el sector del aceite de oliva, del que es un creciente consumidor. Cada vez es más común encontrar en los lineales de súper e híper conservas de pescado que destacan en sus etiquetados la palabra aceite de oliva o aceite de oliva virgen extra, como reclamo de calidad y diferenciación hacia el comprador. Tanto con marca propia como con marca de distribuidor. Las propias industrias aseguran que cada vez más el cliente busca la palabra “aceite de oliva” en los envases por asociarlo a mayor salud.

Especialmente en el atún, uno de los productos estrella de la industria conservera española, y en las sardinas, sardinillas y caballas. En otro de los productos más demandados, el mejillón, la presentación habitual es en escabeche y al natural. Según las estimaciones de la patronal de la industria conservera, ANFACO-CECOPESCA, las industrias del sector, mayoritariamente ubicadas en la comunidad gallega, consumen cada año unas 10.000 toneladas de aceites para sus envasar sus producciones, de las que en torno al 35% de los mismos es aceite de oliva, de diferentes categorías. El virgen extra, aunque está creciendo en el envasado de latas de gama alta, solo representa en torno al 5% del total. Hay que tener en cuenta que el sector de conservas está muy dominado por las marcas de distribuidor y los bajos precios.

En torno al 65% del aceite empleado en las conservas de pescado en España es aceite de girasol. Una buna parte de la producción de conservas de marcas de distribuidor a bajo precio llega ya a los lineales españoles procedentes de terceros mercados, desde Marruecos a Croacia.

En 2020, el sector de conservas de pescado y marisco de España incrementó su producción un 2% en volumen y un 4,8% en valor, con respecto a 2019, alcanzando las 359.081 toneladas, valoradas en 1.755 millones. En 2020, más del 60% de la producción de conservas de pescado y marisco se destinó a la exportación, estando presentes en más de 140 países de los 5 continentes.

Los 5 principales destinos de las exportaciones españolas de preparados y conservas de pescado y marisco en 2020 fueron: Francia, Italia, Portugal, Países Bajos y Alemania.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de conservas en el hogar aumentó un 9% en volumen y 10,4% en valor  en el último año. En la  primera semana de confinamiento, sus ventas subieron un 82 %.