
Cada campaña olivarera que transcurre quedan claras dos cosas: el protagonismo absoluto de la Unión Europea, con España a la cabeza, en la producción de aceites de oliva. Y el creciente protagonismo de mercados de fuera de la UE en su consumo. La producción de la los países europeos superar en esta campaña 2020/2021 las dos millones de toneladas, es decir, en torno a dos tercera partes del total mundial.
El consumo interior en estos mercados se quedan en las 1,38 millones de toneladas. Los grandes mercados de consumo europeos -España, Italia y Grecia- han perdido consumo neto en las dos últimas décadas mientras mercados como Estados Unidos, Brasil, Japón o China la han ganado.
Lo que queda patente a la hora de analizar los datos de producción europeos es que el peso del olivar español crece con fuerza en los últimos años ante el decaimiento del olivar italiano, cada vez más lejos de sus campañas históricas del medio millón de toneladas. Y dentro del olivar español, y la actual campaña 2020/2021 es un magnífico ejemplo, es liderazgo de Jaén y sus almazaras.
Pese a la fuerte reducción del rendimiento de la aceituna, las 322 almazaras de la provincia de Jaén han sido capaces de producir casi tanto aceite de oliva como las de Italia y recias juntas. Según los datos de AICA, la producción hasta abril de Jaén ha sido de 523.000 toneladas mientras que la suma de Italia (270.000 tn) y Grecia (275.000 tn) se queda en las 545.000. La provincia de Córdoba con 266.000 tn casi ha producido tanto como toda Italia o como toda Grecia. La provincia de Jaén va a producir esta campaña en torno a una cuarta parte de todo el aceite de oliva comunitario.
Además de España, Italia y Grecia, el otro gran mercado productor europeo es Portugal, con unas 100.000 tn, por debajo de provincias españolas como Granada o Sevilla. Muy a distancia estaría Francia, Croacia o Chipre, las tres por debajo de las 5.000 toneladas, en un rango en el que este año habrían estado provincias como Cáceres.
Foto: DOP Sierra Mágina