
Entramos oficialmente en la nueva campaña 2021/2022 con los datos del aforo de la Junta de Andalucía presentados en Expoliva aún en mente; 1.050.300 toneladas para Andalucía, un 5,5% menos que la anterior campaña y un 4,5% menor de la media de las últimas cinco campañas. Menos aceituna por lo general pero compensada por la mejora del rendimiento, en torno a 3-3,5 puntos por encima de los de la pasada campaña, cuando cayeron de forma estrepitosa y provocaron que el aforo de la Junta se desviara en casi 240.000 toneladas. En Castilla-La Mancha, la producción será también inferior a la del año pasado, especialmente por el desastre en forma de heladas provocado por Filomena a primeros de enero. Por el contrario, en Extremadura, tercera productora nacional, las previsiones apunta a una campaña récord, en el entorno de las 80.000 toneladas, unas 32.000 tn por encima de la pasada campaña.
Con este panorama de la producción estimada, en el entorno de 1,3-1,35 millones de toneladas a nivel nacional, y el enlace previsto de campaña, los productores de olivar tradicional confían en que los precios de la aceituna sean sensiblemente más altos de los que cobraron en los meses de noviembre, diciembre y enero de la anterior campaña, cuando los precios del aceite en origen todavía no había cogido el tono predominante en los últimos meses. Tanto el sector cooperativo productor como el de las almazaras privadas esperan que las cotizaciones de las últimas semanas –unos 3,20 euros para el virgen extra, en torno a 3 euros para el virgen y en torno a los 2,90 euros para el lampante- se puedan mantener en el inicio de campaña. Incluso se espera un repunte de precios en los virgen extra extratempranos, habida cuenta que la campaña en Portugal será menor de la prevista. En el caso de Italia, puede haber una ligera recuperación de cosecha hasta las 310.000 tn. Hay que recordar que la producción final de aceite de oliva en España en la 2020/2021 fue de 1.387.200 toneladas, no muy alejada de las previsiones actuales.
En el aforo de la Junta, el mayor peso en el descenso de la producción media andaluza lo tiene el olivar de Jaén, con una previsión de 480.000 toneladas, lo que significa en torno a las 42.000 tn menos de las producidas en la anterior campaña. En el caso de la provincia de Córdoba, la segunda en producción en España, la producción estimada en el aforo sería solo 10.000 tn menos que la de la campaña pasada.
Hay que tener en cuenta que en la pasada campaña, miles de pequeños productores se quedaron sin ver el aumento de los precios en origen del aceite de oliva durante todo el año, al vender su producción cuando las cotizaciones eran aún muy bajas. De ahí que muchos de ellos, lastrados también por el bajo rendimiento del fruto, percibieran menos de 40 céntimos por kilo de aceituna. Un precio que esperan que se sitúe al menos en la horquilla de las 0,50 a 0,60 céntimos por kilo de aceituna, según zonas, época de recolección y variedades.
Un dato clave en todo este sudoku del mercado oleícola estriba en poder mantener los ritmos de comercialización de aceites (suma de mercado interior y exportador) en una media de entre 134.000 a 138.000 toneladas mensuales. Mientras estas cifras se mantengan, permitirán engrasar el resto de la maquinaria del sector y poder mantener los precios actuales, más acordes a la calidad del producto.