
El año 2021 ha seguido siendo atípico por varios motivos en el mercado de consumo agroalimentario. Tanto por el escenario de Covid-19 y sus sucesivas olas que han mediatizado aún el sector del Canal Horeca, manteniendo el teletrabajo y limitando el gasto extrahogar, aunque no en los niveles de los primeros meses del 2020. También por una coyuntura de subidas de precios muy importantes de la energía, carburantes y materias primas que tienen ver tanto con la actividad de almazaras como con envasadoras, con una tasa de inflación que parecía olvidada, y con una menor renta disponible para las familias. Si a ello se une la subida de precios en origen y PVP de las distintas categorías de aceites de oliva, el análisis de las ventas de las grandes envasadoras hay que mirarlo con una perspectiva amplia. Y no solo con el efecto subida de precios igual a bajada de ventas que suele hacerse a primera vista.
Los datos aportados por ANIERAC como cierre de mercado muestra que las ventas conjuntas de virgen extra y virgen ha sumado un descenso de 18,7 millones de litros, mientras que la suma de oliva suave y oliva intenso suman una bajada de 20,8 millones de litros. Es decir, pese a sus mayores precios, la caída en litros ha sido mayor en los oliva refinados que en los virgen extra+virgen, gracias sobre todo al mejor comportamiento de estos últimos. Por tanto, la variable precio es importante pero no lo explica todo en el mercado de los aceites de oliva. Prueba de ello es que la cuota de mercado del virgen extra+ virgen ha quedado en el 51,47% del mercado, por encima de la de 2020. La caída global de las ventas de las categorías de aceites de oliva ha sido de 39,6 millones de litros.
La mejora en la actividad del Canal Horeca ha tenido su traslación a la mejora de las ventas del resto de aceites vegetales con una subida global del 10,6 % y 33,1 millones de litros más vendidos que en el año 2020.
Las ventas de la categoría virgen extra en los tres primeros meses de campaña muestran también que existe un cliente fiel a la compra de aceites de esta categoría en los últimos y primeros meses del año, cuando se asocia a los aceites jóvenes de la campaña presente. Así, la caída de las ventas en estos meses ha sido sensiblemente menor –en torno a 5 puntos menos– que en el resto del año, pese a que los precios se han mantenido firmes.
Como resumen del año 2021, ANIERAC destaca que el aceite de oliva en su conjunto ha experimentado un descenso en este 2021. En cifras esto se traduce en unas ventas de 309,35 millones de litros durante este año frente a los 349 millones de litros del año pasado, es decir se ha producido un descenso del 11,36%. En el detalle del acumulado anual de las diferentes calidades del aceite de oliva, el virgen extra presenta 126,94 millones de litros, cantidad un 13,60% inferior a la del año pasado. Las cifras acumuladas del “suave” y del “intenso” ascienden a 109,94 y 46,40 millones de litros, lo que supone un descenso de un 10,71% y un 14,15% respectivamente frente al 2020. Por su parte, el aceite de oliva virgen, con 26 millones de litros, presenta una cantidad un 4,76% superior a la del año anterior.
El aceite de orujo de oliva con una cifra total en el año 2021 de 15,72 millones de litros supone un ascenso del 28,78% respecto al 2020.
Por último, durante el 2021 se han dado salida a 343,40 millones de litros de aceites vegetales, 33,12 millones de litros más que en el 2020, un ascenso del 10,68%. Este aumento se debe sobre todo al aceite de refinado de semillas, superior en un 52,51% al 2020, y muy utilizado en el Canal Horeca. Habrá que ver en estas próximas semanas, ya hacia finales de febrero, la radiografía definitiva de la producción real de aceite de oliva en España (y en el resto de la cuenca mediterránea) para comprobar el efecto directo que puede tener sobre los precios en origen según categorías.