
Entrevista con
Antonio Ruz
Gerente Cooperativa San Roque de Arjonilla
¿Cuáles son las principales conclusiones a las que ha llegado el programa GO Olivar tradicional y si son fácilmente implementables?
Una de las cuestiones que más preocupan en el sector oleícola de la provincia de Jaén es la reducida o nula rentabilidad del olivar tradicional. La transformación del cultivo hacia su intensificación es una alternativa viable para el olivar (Ruz-Carmona, 2011), pero este proceso requiere unas circunstancias previas que, en la mayoría de los casos, no se cumplen en el olivar tradicional jiennense. Entre ellas, la de mayor calado por su acción limitante a la transformación del cultivo es el tamaño de las explotaciones y de sus parcelas.
El olivar tradicional jiennense se caracteriza por tener explotaciones de reducido tamaño con una estructura fragmentada y dispersa en el territorio. En la provincia de Jaén hay 440.892 parcelas de olivar, ocupando una superficie de 549.435,14 ha. El tamaño medio es de 1,24 ha cada parcela (Parras et al.,2020). La mayor parte de los olivareros de esta provincia son pequeños (el 71,27% cultivan menos de 5 hectáreas) y para este grupo el tamaño de parcela medio es de 0,60 ha suponiendo un serio hándicap para la rentabilidad de sus explotaciones (Parras et al., 2020). Por ello, en esta propuesta se plantean nuevas formas de cooperación entre olivicultores que permitan incrementar el tamaño de gestión de las parcelas de olivar en aras de reducir los costes de producción y poder acceder, además, a determinados servicios que exigen un adecuado tamaño (Colombo, S., Ruz-Carmona, A. ,2019).
En este sentido, se han implementado estrategias mediante actuaciones de cooperación entre olivareros para ahorrar costes y aumentar la rentabilidad del olivar tradicional, realizando la transformación a olivar intensivo y la realización de trabajos agrarios por zonas, demostrando su rentabilidad. Estas, se han llevado a cabo como plantas piloto, en los municipios de Arjonilla y Torredelcampo, y han servido para conocer la eficacia real de las mismas, sirviendo de efecto demostrativo a los agricultores tanto de estos municipios, como de otros de la provincia de Jaén.
¿Qué dificultades existen?
La principal dificultad para la realización de estas estrategias es el cambio de mentalidad del agricultor, a este respecto hay que agradecer la apuesta que el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación realiza para la explotación compartida. En su consulta pública del real decreto de reconocimiento de organizaciones de productores en el sector del olivar, en el documento de trabajo sobre la intervención sectorial del Olivar tradicional (MAPA, 2022), recoge las acciones previstas que permitirán el impulso de formas de gestión compartida que beneficiarán la renta y resiliencia de las explotaciones, frente a los nuevos desafíos a los que se enfrentan, tanto desde el punto de vista de cambio climático como de mayor competitividad en los mercados.
Pese a la subida de precios de la última campaña, la rentabilidad del olivar siempre ha estado en cuestión por varios motivos, entre ellos el relevo generacional con un 25% de los propietarios de más de 65 años o la subida de costes. ¿El modelo de sección de gestión de explotaciones de forma colaborativa en las cooperativas es el futuro?
Este aspecto es fundamental para el cambio de mentalidad, en los estudios que hemos publicado demostramos cuantitativamente que en muchos casos la supervivencia del olivar en las zonas tradicionales se debe a la mano de obra que la familia realiza en su explotación, suponiendo de media un ahorro de 1 € por kg de aceite, la frontera en la mayoría de los casos entre el beneficio y la pérdida.
Desgraciadamente en los últimos años se está produciendo un envejecimiento de la población en los núcleos rurales, y esta mano de obra familiar se está perdiendo, ya que por su edad estas personas no pueden realizar los trabajos agrarios y deben contratarlo externamente, lo que incrementa sus costes haciendo su explotación inviable. Una herramienta posible es la agrupación de parcelas para su gestión conjunta, la agrupación de estos olivares en zonas de trabajo, bien gestionadas por empresas de servicios o con contratos de arrendamiento por zonas, supondrá un incremento en la rentabilidad por la disminución del efecto de la parcelación y por la creación de verdaderos profesionales de la agricultura que con medios, conocimientos y dimensión suficientes puedan gestionar de forma eficiente estas explotaciones que de otra forma se verán, en mi opinión, abandonadas.
¿Cómo lograr que la cadena de valor del aceite de oliva sea rentable en todos sus eslabones sin desincentivar el consumo?
En mi opinión, la mejor manera para que la cadena de valor del aceite de oliva sea rentable en todos sus eslabones, sin desincentivar el consumo por el incremento del precio, es ser eficiente en los costes. Para ello, nuestras estrategias en olivar mecanizable son tres, la primera es aumentar el tamaño de explotación, donde la economía de escala permita la mejora en la amortización de los recursos utilizados, la segunda es aumentar el tamaño de parcela con gestión conjunta, consiguiendo una ahorro considerable por la eliminación de desplazamientos innecesarios y finalmente, la tercera acción es la intensificación del cultivo. La intensificación del cultivo es más rentable en el riego (Ruz-Carmona, 2012), pero también lo es en secano, siempre y cuando se pueda acceder al agua necesaria para los primeros años, para ello, estrategias de acopio de agua de escorrentía con transformación conjunta de parcelas sería una opción muy interesante.
En el caso del olivar no mecanizable donde no existe la posibilidad de modernización y posterior intensificación, desde mi punto de vista, las estrategias son en primer lugar aumentar el tamaño de parcela para abaratar los costes y en segundo lugar asociar el olivar a otra actividad que permita aumentar los ingresos. Estas pueden ser la implantación de cultivos entre líneas (diverfarming), la ganadería extensiva o el Oleoturismo.
Cada vez más las cooperativas, grandes, medianas y pequeñas, aumentan su porcentaje de AOVEs envasados, en distintos formatos y precios. ¿Es la mejor garantía para defender su futuro?
La diferenciación por calidad es una estrategia ampliamente utilizada en cualquier sector, y como no en el sector agrario. El incremento del coste de producción de aceites de calidad frente a lo que supone el mayor ingreso de la venta de estos aceites es insignificante, además la calidad fideliza a nuestros clientes frente a otras grasas. Por tanto la calidad es un pilar básico para la rentabilidad del sector.
Referencias:
Colombo, S., Ruz-Carmona, A. (2019). GestOli: un programa para el cálculo de los costes de producción en olivar incluyendo la estructura productiva de las explotaciones. XIX Simposio Científico-Técnico Expoliva, Jaén, 15-15 Mayo.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación -MAPA- (2020): Plan Estratégico Nacional de España para la PAC post 2020. Objetivo específico 2. Ficha Sectorial OTE Olivar. En: https://www.mapa.gob.es/es/pac/post-2020/default.aspx.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación -MAPA- (2022). Documento de trabajo sobre la intervención sectorial del Olivar tradicional (Versión 06/04/2022 ).
Parras et al., (2020). Los costes del olivar en la Provincia de Jaén: tipología de olivareros y aproximación a los costes de los municipios de la Provincia de Jaén.
Ruz-Carmona, A, 2011. XV Simposium Científico – Técnico EXPOLIVA 2011. Jaén, 12 Mayo 2011. Foro del Olivar y el Medio Ambiente. Ponencia: «Planificación y evaluación de plantaciones”. Ruz-Carmona, A., 2012. Análisis de costes de explotación: modelo tradicional vs modelo intensivo. Máster universitario en olivar, aceite de oliva y salud. Universidad de Jaén