Entrevista con
Jesús Julián Casanova
Presidente de VIDABOL
Jesús Julián Casanova, presidente de la Cooperativa El Progreso de Castilla-La Mancha, con sede en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), también preside también los grupos comercializadores VIDABOL, de aceite de oliva, y Vidasol de vino.
¿Cómo se ha comportado la actual campaña para los socios de El Progreso en cuanto a calidad y cantidad?
Ha sido una campaña de récord en cantidad 11,7 millones de kilos de aceituna y una calidad aceptablemente buena, con una primera parte de aceites vírgenes extraordinarios, más del 80% de la cosecha, y a partir del 15 de enero vírgenes de buena calidad. Y si hablamos de VIDABOL, de casi 20 millones de kilos de aceituna de las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara.
¿Cómo valora y acepta el socio que cada vez se prime más el precio de la aceituna según la calidad de la misma?
Es lo que toca ahora, durante muchos años se pagó la aceituna por peso, y ahora que tenemos herramientas para medir la calidad, pues el socio quiere cobrarlas por kilos de aceite, el rendimiento, y por el tipo de calidad. Algo que se irá instaurando poco a poco en la mayoría de las almazaras. Los aparatos de medida son muy rigurosos en ese aspecto, y se irán mejorando los análisis, según mejoren la técnica. Estoy convencido de ello.
Los precios en los que se ha movido en origen el aceite de oliva en los últimos años -con la excepción del último- comprometen mucho su rentabilidad. ¿Es posible una mayor estabilidad?
El factor que más va a delimitar el precio del aceite de oliva virgen es el enlace, en el que influyen dos vectores: uno es la producción y stock, o existencias totales; y por otro lado, el consumo. Pensamos que la producción va a ser inferior a lo estimado, y el consumo mayor; y la parte envasadora, por su parte, piensa que va a haber más producción y menos consumo. Desde nuestras estimaciones, el precio del aceite de oliva virgen extra en origen debería encontrarse entre los 4,5 ó 5 euros el kilo. A corto plazo veo la posible estabilidad de precios en el mercado; pero es difícil saberlo para años venideros. Es inevitable. No hay línea plana en la producción, consumo y valor.
¿A nivel comercial y de exportación, vino y aceite de oliva son dos productos muy diferentes?
Sin duda, vino y aceite de oliva son dos productos diferentes, a nivel comercial y de consumo. Es cierto, que los países de la Cuenca Mediterránea que tienen cultura del vino y del aceite de oliva, como España, Italia y Grecia, tienen sintonía.
El consumidor de vino no tiene porqué ser del aceite de oliva y al revés. El aceite de oliva es probiótico, con cada vez más aceptación en el mundo, y cuanto más crezca su cultura y fomento, más crecerá el consumo. Y el vino, a pesar de ser un alimento saludable bebido con moderación, tiende a estar más penalizado por el consumidor, por esa parte de etanol o alcohol que tiene.
En el plano comercial, el 90 por ciento del aceite de oliva virgen va a países mediterráneos y no para de crecer. El AOVE envasado se vende en cercanía, en Castilla-La Mancha. Y en granel, nuestro principal consumidor es Italia, que cada vez va a más.
En el vino el mercado está más globalizado y la comercialización decrece, siendo Centro Europa, Italia y Francia, España, Estados Unidos, Asia, etc, nuestros principales compradores. Por eso, para ser más fuertes El Progreso impulsó hace años VIDASOL, integradas por cooperativas de la provincia de Ciudad Real y Toledo, que este año han tenido una buena cosecha, dentro de la media habitual del grupo, en torno a los 150 millones de kilos de uva, o lo que es lo mismo, más de 125 millones de litros de mosto y vino, de gran calidad, por lo que las perspectivas para el 2025 son bastante buenas.
Revista Almaceite 