Entrevista con
Enrique Delgado
Secretario General de INFAOLIVA
¿Cuándo hablas estos días con las almazaras asociadas a Infaoliva y te preguntan por los precios qué consejos les das?
Creo que la gente no debe ponerse nerviosa. No hay motivos para que suba ahora el aceite, pero tampoco los había para estas bajadas tan drásticas. Desde ahora hasta que tengamos el aceite de oliva de la próxima campaña pueden pasar muchas cosas, muchas intemperies, golpes de calor, heladas…
¿Qué responsabilidad tiene la gran Distribución, los grandes compradores de aceites de oliva, en esta situación actual de precios?
Todo el mundo va a su negocio y es normal. La Distribución quiere el mejor producto al mejor precio posible. En el aceite y en todos. Las almazaras industriales en la mayoría de los casos transforman el producto y lo venden, pero es el agricultor quien debe ir sabiendo vender escalonadamente su aceite. El gran problema viene dado cuando se forman grandes cuellos de botella y que frente a algo más de 1.800 almazaras y 500.000 agricultores solo encontramos a cuatro o cinco compradores de aceites de oliva. Hay que mantener la cabeza fría.
La gente sigue preguntando porque en los lineales sigue alto el precio del aceite de oliva si ha bajado tanto en origen ¿hasta cuándo lo estará?
Cuando ves el aceite de oliva en el lineal de un súper o híper debes saber que no lo han comprado hace dos días sino hace bastantes meses. Los aceites que ahora se venden a esos precios se compraron hace dos, tres, cuatro o cinco meses a otros precios. En dos o tres meses se empezará a notar de verdad la bajada de los precios de los aceites de oliva en los lineales. El otro día se protestaba en las redes sociales porque ya se vendían en garrafa de 5 litros un aceite de oliva virgen a 17 euros la garrafa. Es decir, a 3,40 euros el litro. Yo mismo firmaba ahora 3 euros y pico para un litro de virgen, tal como están los precios en origen.
¿Los productores olvidan que durante la última década el precio medio de los aceites de oliva no ha pasado de 2,20 euros/kilo?
Cuando he participado en algún debate sobre la autorregulación, siempre digo que los precios actuales están de dulce en relación a la media de los últimos diez años en origen. Todos queremos que el agricultor cobre cinco euros por su aceite y el consumidor lo pague a tres euros, pero el diferencial ¿quién lo paga?
Otro tema que preocupa mucho es la reforma de la PAC y su repercusión en el olivar tradicional ¿Cómo afectaría al sector?
También repercutirá en las almazaras por el impacto que tendría en el olivar tradicional en zonas como Jaén, Córdoba, Granada o Castilla-La Mancha y Extremadura. Hay un gran hándicap y es que el consumidor sigue sin apreciar y valorar en precio el olivar tradicional y de montaña con sus sabores, olores, etc. Al final el consumidor solo ve que un aceite vale cinco euros y otro tres euros. Por eso es tan importante educar y formar al consumidor. Pasa lo mismo con el vino y aquí el cliente sí sabe apreciar lo que son un crianza o reserva frente a un vino de mesa. El día que el olivar superintensivo comience a producir en volumen variedades que ahora mismo no se dan, el quebradero de cabeza para el olivar tradicional será mayor.
El aceite de oliva ha perdido una parte significativa de su consumo en España, sobre todo por los precios pero también por otros factores ¿cómo recuperarlo?
Incentivar el consumo en zonas tradicionales de producción y consumo no tiene gracia. Llevo muchos meses desde Infaoliva reclamando una gran campaña de promoción del consumo nacional. Está muy bien las ventas exteriores y son fundamentales para el sector. Pero siempre me acuerdo de un refrán de campo que dice que “la caridad empieza por uno mismo”. Hay que convencer a casi 40 millones de habitantes que consumidor aceite de oliva es bueno para la salud, para nuestra economía, para nuestro medio ambiente y para nuestro empleo. Nos hemos gastado mucho dinero como sector en demostrarlo científicamente y hay que ponerlo en valor.
¿Destacar las virtudes saludables del aceite de oliva en las etiquetas sigue siendo un imposible?
Es increíble como la propia legislación europea, en el territorio líder en producción mundial de aceite, prohíbe destacar que es cardiosaludable porque solo hay 150 estudios científicos que lo avalan. En cambio salen al mercado aceites de coco diciendo que son virgen extra y nadie se extraña. Que ponga alguna almazara en un etiqueta que el aceite es virgen extra y sea virgen y se te cae el pelo. No hay manera de que mensajes como el del estudio Predimed lleguen al consumidor final.