Las instalaciones del Centro de Interpretación “Olivar y Aceite” han acogido la presentación de los aceites de oliva virgen extra de dos de sus socios—Pagos de Toral y Cortijo Spíritu Santo—durante los días 12 y 13 de octubre—coincidiendo con la festividad del Pilar—jornadas en las que la ciudad ha sido visitada por un gran número de turistas, que cada vez se interesan por conocer el apasionante mundo del olivar y del aceite.
La primera de las citas corrió a cargo de Pagos de Toral, un aceite de oliva virgen extra de la variedad picual, que tiene una producción limitada. María José Toral, gerente de Pagos de Toral, explicó a los presentes que su aceite pertenece a una pequeña empresa familiar, que lleva siete años en el sector, comercializando aceite de oliva virgen extra de cosecha temprana, en homenaje a su padre—ya fallecido—quien cultivó sus tierras y decidieron que la mejor forma de manifestar su cariño y el cariño que les ha trasmitido por la tierra era con la elaboración de un aceite de calidad.
Un aceite que tiene más de treinta premios internacionales—uno a la salud—pues contiene una gran cantidad de polifenoles además de cómo todos los picuales, ser un “ibuprofeno” natural, gracias al oleocantal—pues posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Además ha recibido reconocimientos por parte de la guía Flos Olei en el año 2017, al mejor monovarietal.
En cuanto a las propiedades del aceite se trata de la variedad picual, un zumo que recuerda a fruta fresca, agradable con una gran complejidad de aromas entre los que se encuentra la alcachofa, hierba o tomate. En boca amarga y pica pero deja la boca fresca y limpia.
La segunda cita tuvo como protagonista a los aceites de oliva virgen extra de Cortijo Spíritu Santo, que deben su nombre la finca donde se encuentran los olivos de los cuales se recoge el fruto con el que se elaborarán los aceites. “Es un olivar natural, más que ecológico, pues utilizamos distintas técnicas que hemos aprendido a lo largo del tiempo y de distintas procedencias, ya que hay que estar en continuo aprendizaje—con un único objetivo—que el aceite que producimos sea de la mejor calidad, con un mejor aroma, mayor nivel de frutado, equilibrio y armonía, que cuando se prueben nos demos cuenta que no hay otro igual”, indicó Juan Molina, gerente de Spíritu Santo.
En la presentación de sus aceites, señaló Molina, que la maduración se ha adelantado en esta campaña que recién arranca. “Nosotros llevamos 15 días haciendo aceite, sin filtrar, que comercializamos bajo nuestra segunda marca “El Trujal de la Loma”, que se llama como la empresa y que nació con ella en el año 2004. Una edición especial en botella transparente, se trata de un picual de elaboración temprana sin filtrar.
Una vez presentados aceites que comercializa la marca y explicado el proyecto de la firma se pasó a la cata. Así en nariz “El trujal de la Loma” desprende sensaciones agradables que recuerda a aceituna verde—frutado intenso—acompañado de otros aromas como tomate, hoja de olivo, hierba recién cortada, manzana verde, matiz de plátano verde, entre otros. En cuanto a la parte gustativa se refiere es amargo, con ligera astringencia a alcachofa, deja la boca limpia con sabor a hoja verde.
Cada una de las presentaciones, cata y degustación de los AOVEs estuvo precedida por una pequeña introducción realizada a cargo de personal de la entidad, Soledad Román, gerente y Tomás Méndez, técnico.