No por esperada, la decisión de las autoridades de Comercio de Estados Unidos de mantener los aranceles a numerosos productos de varios países, entre ellos el aceite de oliva español y la aceituna de mesa, ha sido un mazazo para el sector. Y un obstáculo más para la recuperación de sus precios en origen en el primer caso y para recuperar cuota de mercado en el segundo.
Aunque parecía que la Unión Europea había acercado posturas con Estados Unidos en relación a los subsidios a la industria aeronáutica Airbus –germen del problema–, las negociaciones de han roto. Y el panorama electoral en Estados Unidos, de cara a las elecciones presidenciales del 3 de Noviembre, con una larga campaña por delante y las encuestas en contra de Donald Trump, hacen ya inviable cualquier solución antes de la cita electoral. Sin quererlo, el aceite de oliva y la aceituna de mesa española, al igual que otros productos también muy castigados, como el vino francés, el queso suizo o el parmesano italiano, han entado en la campaña presidencial de noviembre en Estados Unidos. En el caso del sector del olivar, afectando directamente a California, el estado que aporta mayor número de votos en las mismas.
Cooperativas Agro-alimentarias de España ha trasladado al Gobierno su preocupación por el mantenimiento de los aranceles sobre el aceite de oliva envasado y la aceituna verde de origen español, que continuarán penalizando a estos productos con un gravamen del 25% sobre su valor una vez entren en territorio estadounidense. El frenazo en seco que han sufrido las exportaciones de producto originario de España desde que Estados Unidos tomara esta decisión en octubre de 2019, propicia que otros países competidores sigan ganando posiciones en nuestro principal mercado fuera de la Unión Europea.
En el caso del aceite de oliva, las ventas de aceites envasados de países como Portugal, Túnez o Grecia han experimentado una sensible subida en los últimos meses en el mercado de Estados Unidos, el tercero del mundo en consumo de aceites de oliva tras Italia y España.
Para ASOLIVA, la asociación de exportadores de aceites de oliva, “la prolongación del arancel del 25% al aceite de oliva supondrá en la práctica la desaparición de la marca España de los lineales de EEUU en una coyuntura, además, en la que en el sector nacional se ve azotado por una crisis sistémica provocada por un exceso de producción y unos precios bajos en origen. España no puede renunciar a enviar sus aceites a EEUU, mercado donde nuestro país es líder desde hace seis años y que representa el 50% de todo el aceite de oliva que se consume fuera de la Unión Europea.
El país norteamericano consume en la actualidad 330.000 toneladas de aceite de oliva y es un mercado al alza ya que, según pronostican los expertos, en muy poco tiempo alcanzarán un consumo anual 450.000 toneladas. España no puede de ninguna de las maneras perder ese tren”.
Según ASOLIVA, “con su salida de los lineales norteamericanos, España pierde un 20% de su mercado exterior, en beneficio de países competidores dentro de la UE como Italia, Grecia y Portugal, que han quedado libres de este arancel, y otros como Marruecos, Turquía y Chile. Pero las consecuencias van mucho más allá, ya que la prolongación de este arancel se traducirá también en la deslocalización de numerosas empresas, un proceso ya iniciado por algunas aceiteras que han empezado a envasar directamente en EEUU”.
La aceituna de mesa española lleva padeciendo más tiempo los aranceles y sus duras consecuencias en el mercado. Para la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa) muestra su enorme decepción y preocupación ante la decisión de EEUU de mantener los aranceles del 25% a la aceituna de mesa española. EEUU supone más del 20% de las exportaciones de aceituna de España.
Además, la prolongación por más tiempo de este arancel impulsará el proceso de deslocalización de la industria ya iniciado, con el traslado de gran parte de la producción y de la elaboración a EE.UU., Marruecos, Portugal, Grecia y Argentina, e igualmente la sustitución de las variedades españolas por las de países no afectados por los aranceles como Egipto, Marruecos, Grecia o Portugal, entre otros.
Según Asemesa, están en juego 100.000 toneladas de aceitunas y 35.000 hectáreas de olivar, lo que afectaría a 7.000 agricultores que se quedarían sin poder vender sus aceitunas.