Entrevista con
Rosa de La-Chica
Directora comercial de Aceites de Maquiz
¿Cuáles crees que son las razones para explicar la actual coyuntura tan baja de precios en origen y sus soluciones?
Crecí en Maquiz, lo que me permitió estar siempre en contacto con el campo. Desde pequeña escuché a mi padre hablar del precio del aceite, siempre oscilante y nunca estable en el tiempo.
La crisis del campo que estamos viviendo desde hace tres años no es nueva para los productores de aceite. A la situación actual tenemos que añadir factores que son complicados de resolver como, por ejemplo, los cambios en los hábitos de alimentación por una vida cada vez más rápida, la globalización, la proliferación del cultivo intensivo y superintensivo, cultivos cada vez más extendidos tanto en España como fuera de nuestras fronteras que amenazan la supervivencia del olivar tradicional. Todo ello se suma a la falta de consenso de los propios cultivadores y otros colectivos del sector o lentitud en la revisión de la cadena de valor. Son solo algunos de los factores que afectan a la actual coyuntura de unos precios en origen tan bajos y preocupantes por estar por debajo de los costes de producción.
La situación tan extrema a conseguido que el sector oleícola haga piña para defender una postura unánime en la lucha para que la situación se revierta. Pero ese espíritu de unión debería de mantenerse y sobre todo reforzarse cuando las condiciones vienen bien dadas. Es fácil decirlo cuando nuestra naturaleza es reaccionar cuando ya nos ha pillado el toro.
Un asunto importantísimo y al que no se presta la suficiente atención es la evolución del consumo, preocupantemente a la baja. Durante los últimos cinco años, ha caído en 1,4 litros por persona. Las generaciones más jóvenes lo han sacado de su dieta, a pesar de sus beneficiosos efectos sobre la salud. Si el consumo subiera habría mercado para todos, pero lamentablemente la tendencia que marca sólo dará para dos tipos de aceites de oliva, los de bajo coste que puedan ofrecerse en grandes superficies a precios imposibles bajo la denominación virgen extra y los aceites que se desmarcan por su extraordinaria calidad, que son aquellos en los que el consumidor busca algo distinto a consumir. En este segundo grupo entramos nosotros y para mi es un orgullo atender cada vez más clientes que nos buscan por la garantía de calidad que ofrecemos tanto en nuestros tempranos como en nuestro Oro de Maquiz de noviembre.
La venta a pérdidas es el gran engaño al consumidor y ruina para el productor nacional donde incluso se ve sometido a competir con aceites producidos en otros países. La escasa capacidad e interés por parte de las administraciones en perseguir y sancionar esta práctica que hace aún más difícil superar esta crisis. Las administraciones lo saben desde hace tiempo y no han hecho nada por impedir que el precio del aceite se derrumbe y se use este producto tan nuestro como producto reclamo en las grandes superficies. Es lamentable ver como se están etiquetando aceites antiguos como virgen extra y se ponen a la venta por menos de 13 euros en el mercado, debería de obligarse a cumplir la normativa vigente sobre informar de la cosecha a la que pertenece el aceite en el etiquetado.
¿Cómo puede una marca de AOVE de calidad como la vuestra diferenciarse de la cierta banalización de la categoría de virgen extra que confunde al consumidor final?
En los últimos tres años hemos trabajado intensamente para conseguir en nuestras últimas campañas un aceite de muy alta calidad y presentarlo a concursos de prestigio a nivel nacional como internacional, obtenido grandes logros y reconocimientos con nuestro picual de cosecha temprana. Gracias a ello y a las promociones a las que hemos asistido con la Diputación Provincial de Jaén gracias a los dos Jaén Selección, así como otros sellos de calidad conseguidos nos ayudan a diferenciarnos y estar al nivel de grandes marcas. Nuestros clientes nos buscan por la calidad que les ofrecemos y nuestros esfuerzos seguirán dirigiéndose a no defraudarles manteniendo nuestra exigencia en la obtención del mejor zumo de aceite.
Defender el precio justo de la calidad. Los precios bajos no solo degradan la categoría del producto, sino que producen desconfianza en el consumidor. Un AOVE fresco de la campaña actual que se precie de ser un buen virgen extra tiene su costo y definitiva su precio. Hay que darles valor a los esfuerzos de los productores en conseguir la excelencia de sus aceites, la presentación cada vez más cuidada y las promociones para darlos a conocer.
Transparencia y claridad en el etiquetado de las diferentes categorías. Es de suma importancia informar en la etiqueta de la antigüedad del aceite indicando la campaña en la que se han producido.