
La reciente campaña oleícola 2020/21, a falta de los datos del mes de marzo que poco cambiarán la producción y distribución geográfica, ha vuelto a poner de manifiesto la dependencia del olivar de Jaén y Córdoba. Con datos de AICA a 28 de febrero, la provincia de Jaén ha producido el 38% del total de aceite de oliva español de la campaña: 507.000 toneladas para un total de 1,33 millones de toneladas. Mientras, la provincia de Córdoba había producido en este periodo 249.000 toneladas, lo que supone el 18,6% del total español. Es decir, entre las dos provincias más productoras del olivar español y mundial han sido capaces de producir un total del 56% de la cosecha española. Más de 750.000 toneladas.
Hay que tener en cuenta que el protagonismo del aceite de oliva andaluz en campañas como la actual donde la vecería y el rendimiento influyen, tiende a aumentar. En total de los 1,33 millones de toneladas producidos en España, 1,06 millones lo fueron en almazaras de la comunidad andaluza. Si descontamos las 130.234 toneladas producidos en Castilla-La Mancha, el resto del olivar español solo habría producido en conjunto un total de 137.000 toneladas. Una cifra muy baja que situaría la producción media por almazara en una de sus cuotas más bajas de los últimos años.
La fuerte producción de Jaén y Córdoba, pese a la sensible caída del rendimiento medio industrial, es aún más evidente si se compara con el peso real que tienen ambas provincias en el parque total de almazaras españolas. Si entre las dos han producido el 56% del aceite español, ambas suman el 28% de las almazaras totales, 322 por parte de la provincia de Jaén y 189 por parte de la Córdoba.
Es decir, la media de kilos de aceituna y aceite molturado por almazara está muy por encima de la media de otras zonas tradicionalmente olivareras y con un alto número de almazaras pero con una producción exigua, como ocurre en provincias como Tarragona, Castellón, Teruel, Zaragoza, Tarragona o Lleida. Este es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las almazaras privadas y cooperativas en muchas provincias españolas donde el peso de olivar superintensivo y en riego es muy reducido, mientras el peso de las pequeñas explotaciones de olivar de secano tradicional y de montaña o premontaña son mayoritarias.
Foto: Almazara de la Subbética