
Con la nueva campaña con un ojo puesto en el olivo para ver el estado de maduración de la aceituna y otro en el cielo por ver si llueve o no, los precios se mantienen firmen en origen en las últimas semanas pero gracias sobre a todo a las cotizaciones de los vírgenes extra. Una de las críticas que los productores siempre han repetido en las últimas campañas es que el diferencial de precios entre los virgen extra estándar y los lampantes en origen era tan exiguo que no incentivaba a muchos productos a adelantar la recogido ni a intensificar la separación de vuelo y suelo que debería ser ya una práctica obligatoria.
Sin embargo, en las últimas semanas se ha venido observando en los precios marcados en el PoolRed de Jaén como el diferenciar de precios entre categorías ha cogido soporte. A mediados de Noviembre, esta diferencia entre los aceites de oliva virgen extra y los lampante era de 0,69 céntimos de euro, cuando en otras campañas apenas llegaba a los 0,30/0,35 céntimos de euro. Mientras el diferenciar de los virgen extra con los virgen se situaba en los 0,44 céntimos de euro. Gracias a la fortaleza mostrada por los virgen extra en su cotización, en el entorno de los 3,25 euros, la categoría de los aceites de oliva ha logrado mantenerse en las últimas semanas por encima de los 3,10 euros.
Sin embargo, los productos de muchas comarcas de olivar tradicional españolas siguen sin conocer cuando se acerca el mes de diciembre el precio al que van a poder cobrar sus aceitunas. En muchas cooperativas incluso está previsto comenzar la recolección sin un precio definido mientras que en muchos puestos los precios ofertados al inicio de noviembre han tirado para atrás a muchos productores, con precios en el entorno de los 0,40 céntimos/kilo ya con IVA. Muy poco por encima de los ofrecidos a inicios de la pasada campaña cuando en la actual el precio del aceite en origen está casi un euro más caro que entonces.
Habrá que esperar las primeras semanas de Diciembre para vislumbrar si los aforos iniciales de campaña se van cumpliendo y toda la cadena de valor del producto –desde producción y cooperativas hasta almazaras industriales, grandes envasadoras y distribución– mueva ficha. Para ver no solo la cantidad de producto que va entrando en las bodegas sino también la calidad diferenciada de los aceites por distintas categorías.
La subida de los precios agroalimentarios que ya se está notando en los lineales de súper e híper en productos básicos de consumo es un elemento más a tener en cuenta en el puzzle de los precios del aceite de oliva, tanto a nivel del mercado interior como de exportación.