
Entrevista con
Pablo de la Rica
Gerente área Retail Knowledge de AECOC
AECOC es una de las mayores asociaciones empresariales del país, que reúne a 31.000 empresas del país de diferentes sectores, entre ellos alimentación y bebidas, analizando en detalle las tendencias del nuevo consumo.
¿Hasta qué punto va a condicionar las estrategias del sector de los fabricantes y de la distribución alimentaria la nueva realidad demográfica de los hogares españoles con un 30% de viviendas unipersonales en 2035 en España?
La configuración de los hogares ha cambiado drásticamente en los últimos años, y seguirá haciéndolo. Hoy en día el 60% de los hogares ya son unipersonales o están constituidos solo por dos personas, y ya hay más familias con mascotas que con hijos.
Los adultos independientes son un perfil muy valorado por las empresas, ya que representan al 8,3% de la población, consumen un 5,3% del total de la alimentación y son el grupo población que más consumo de alimentos hace por cápita, según los datos del Ministerio de Agricultura.
Sin duda, los hogares unipersonales son cada vez más relevantes para fabricantes y distribuidores alimentarios y ya estamos viendo cómo adaptan estrategias para hacerles llegar una oferta adecuada a sus necesidades, como y productos de conveniencia o raciones individuales.
Si vemos mercados más avanzados, como Estados Unidos, vemos situaciones que aquí siguen pareciendo lejanas, pero que pueden llegar, como el hecho de que el 10% de las nuevas construcciones ya se hacen sin cocina.
Has hablado de «compradores sostenibles» y de «vergüenza ecológica» en las compras. ¿Ya es un factor de peso en el consumo actual?
La sostenibilidad ya es un factor relevante en la decisión de compra de los consumidores, que quieren tener una cesta con productos responsables con el medio ambiente. De ahí la relevancia que están adquiriendo atributos como la proximidad o el kilómetro cero. El consumidor quiere proteger su entorno y eso condiciona sus decisiones de compra.
Los datos confirman esta percepción: según el último informe de AECOC Shopperview, el 37% de los consumidores se fija más en marcas comprometidas con la sociedad y el medioambiente, el 45% compra ahora más productos de proximidad y 67% considera importante seguir reduciendo los envases de plástico.
No estamos hablando de una tendencia, sino de un cambio de valores. El consumidor ha pasado a ser consciente y quiere cuidarse y cuidar de su entorno. Si hace décadas el consumo podía ser reflejo de estatus, hoy el sobreexceso puede provocar lo contrario, llegando al rechazo. Esto es lo que los anglosajones bautizaron como ecoshame o vergüenza ecológica.
La categoría del aceite de oliva está muy presionada en los lineales por el peso de las marcas de distribuidor. ¿En coyunturas como la actual, primero con la pandemia y ahora con una alta inflación, el factor precio gana fuerza motriz entre los consumidores?
El factor precio siempre es relevante en la decisión de compra de los consumidores, no solo en el contexto actual. Sí es cierto que en un contexto de subido de precios los compradores tienen a cambiar algunos de sus hábitos, ya sea buscando más ofertas y promociones o cambiando de marcas en busca de mejores ofertas, por ejemplo.