
Como compañía de referencia en la alta gastronomía por la elaboración de algunos de los mejores aceites extra vírgenes del mundo, Castillo de Canena lanza la edición limitada número XV de su icónico Primer Día de Cosecha. Un producto muy esperado durante todo el año, que fue pionero en su categoría y que destaca entre los aceites de alta gama por su cuidado proceso de producción, aroma, sabor y calidad.
“En Castillo de Canena llevamos produciendo desde 2003 zumos tempranos equilibrados y con un correcto balance. Para ello, es crítico el determinar con exactitud el momento exacto en el que se cosechan los distintos pagos que se han ido seleccionando a lo largo de los meses previos. Tan negativo es precipitarse como retardar la recolección. Con esta recolección temprana de las aceitunas, conseguimos unos aceites vírgenes extra más intensos, así como un aumento en la cantidad de compuestos fenólicos y en el porcentaje de ácido oleico que contienen”, ha explicado Francisco Vañó, director general de Castillo de Canena.
Para conseguirlo, en Castillo de Canena se utiliza la agricultura de precisión que permite determinar el día más idóneo para dar inicio a la cosecha de cada varietal con exactitud. Además, de forma científica y utilizando la tecnología más moderna, se comprueba –en tiempo real- la situación fisiológica de los olivos y sus diferentes necesidades durante todos los estados fenológicos.
En esta ocasión, el piloto Carlos Sainz ha creado la nueva etiqueta en la que ha querido plasmar cómo el trabajo duro y el sacrificio, conducen al éxito. “Siempre he creído en el espíritu de superación y en la importancia de la valentía. Sin duda alguna, el Primer Día de Cosecha es uno de ellos y supone un esfuerzo extraordinario”, ha afirmado el campeón del mundo de Rallyes.
Primer Día de Cosecha es el excelente resultado de todo un año de esfuerzo del agricultor y un homenaje a la mística de los primeros zumos obtenidos de la cosecha con toda su magia y alegría. Produciendo, año tras año, aceites de oliva virgen extra excelsos, de forma consistente y sin fisuras.
El diseño por el piloto Carlos Sainz de la XV edición limitada Primer Día de Cosecha, coincide con la presentación de la primera Memoria de Responsabilidad Social Corporativa de Castillo de Canena, en su apuesta firme por la sostenibilidad y protección medioambiental, y tras su adhesión al Pacto Mundial de Naciones Unidas.
“En Castillo de Canena fuimos pioneros en certificar externamente nuestra Huella de Carbono e Hídrica. También lo fuimos dentro de nuestro sector en auditarnos en la primera norma europea certificable en RSC (la SGE 21) y en incorporarnos al Pacto Mundial de Naciones Unidas, adhiriéndonos a sus principios y contribuyendo a alcanzar los objetivos más amplios de desarrollo sostenible que marca la Agenda 2030”, ha concretado el director general de Castillo de Canena.
El Primer Día de Cosecha Picual es de color verde intenso muy expresivo. Posee un frutado potente con notas vegetales a hierba verde, almendra verde, plátano verde y a hortalizas que le confieren gran complejidad y mucha personalidad dentro de una acusada armonía. Su sabor es intenso y complejo desde su entrada predominando la almendra verde, la hierba verde, la cascara de plátano, el tallo de alcachofa y el tomate verde. Cuenta con una presencia de amargor y picante bien integrados y muy equilibrados. Aparece en boca cierta astringencia de caqui y una persistencia agradable, con un retrogusto mentolado y fresco.
El Primer Día de Cosecha Arbequino presenta aromas de aceituna fresca y verde que destacan sobre notas frutales en este mosto verde brillante con destellos dorados. Destacan olfativamente la hierba verde, los tallos verdes, la fruta verde y madura también, el alcaucil y la almendra verde. Su entrada en boca es muy agradable y suave, rápido en sensaciones que muestran todas esas notas verdes y frutales, predominando la frescura de la hierba, la cáscara de nuez, la almendra verde y la compota de plátano verde fusionada con el dulzor de la manzana roja. Es muy armónico y elegante en su retrogusto, con un amargo y picante muy equilibrado que desaparece con rapidez.