
Las diferencias en cuanto a producción de aceituna y aceite de oliva y en cuanto a modelos de olivar cada vez son más acusadas entre las provincias de Cáceres y la de Badajoz. Mientras que la segunda se ha aupado en los últimos años al “Top 6” de las mayores productoras de aceite de oliva españolas, e incluso en algunas campañas solo por detrás de las cuatro mayores provincias andaluzas, el olivar cacereño ve cada campaña reducida su presencia en el ranking nacional. Los datos de la campaña actual así lo avalan. Según las cifras de AICA, hasta finales de marzo la producción en la región fue de 44.485 toneladas de aceite de oliva, de las que 39.092 procedieron de las 86 almazaras de la provincia de Badajoz y solo 5.393 toneladas de las 50 almazaras cacereñas. Es decir, el 87,8 % de la producción de aceite de oliva de esta campaña hasta finales de febrero procedía de las almazaras pacenses. Por tanto, la producción global de la campaña en Extremadura se ha quedado en torno a las 25.000 toneladas menos que la media de las últimas campañas.
La explicación de esta circunstancia, que se viene repitiendo en las últimas campañas aunque no de forma tan acusada, tiene que ver sobre todo con el fuerte impacto de olivar superintensivo y en seto en las Vegas del Guadiana que ha supuesto un salto exponencial en volumen de producción en la provincia pacense. En este tipo de olivares, que dependen mucho del riego, la vecería propia del olivar es mucho menos acusada que en el olivar tradicional predominante en la provincia de Cáceres.
-Olivar tradicional. En el caso del olivar de la provincia de Cáceres, en tres de sus zonas más activas de olivar –Gata-Hurdes, la comarca de Montánchez y la de Villuercas-Ibores- el peso de olivar tradicional es muy importante y sobre todo en secano. En el caso de Gata-Hurdes, los rendimientos habituales son muy bajos y la competencia de la aceituna de mesa con mejores precios desvía una gran parte de la producción hacia las entamadoras y no a las almazaras. También hay que tener en cuenta que el peso del sector cooperativo en la producción de aceituna para molturar es mucho más destacado en la provincia de Badajoz que en la de Cáceres, con los ejemplos de las cooperativas de Monterrubio de la Serena, Guareña o Navalvillar de Pela como mejor exponente.
Lo curioso de esta circunstancia es que aunque su producción ha menguado en las últimas campañas, el olivar cacereño sigue conservando un importante número de almazaras, 50 en total según los datos de AICA. De esta forma, muchas de ellas se han tenido que especializar en la elaboración de aceites de oliva virgen extra Premium u ofrecer servicios de maquila a terceros en su entorno para poder seguir adelante.
El olivar extremeño cuenta con un total de 287.754 hectáreas según los datos de la ESYRE del Ministerio de Agricultura, de las que 262.675 hectáreas se destinan a aceituna para almazara. Del total de olivar regional, cerca de 63.000 hectáreas ya están en regadío.