Las ventas de aceite de oliva virgen extra en el mercado español siguen comportándose mejor que el resto en los últimos meses, aunque aún no ha dado el sorpasso a los aceites refinados.
Los datos de Anierac –que agrupa a los grandes envasadores españoles– del periodo que va desde octubre de 2018 a marzo de 2019 muestran como las venta de aceites de oliva refinados (intenso y suave) concentran aún el 53,84% del total, frente al 46,16% que suman el aceite de oliva virgen extra y el oliva virgen.
Si se desglosa por tipos, el virgen extra (37,36% el total de oliva) gana la batalla por poco al oliva suave (35,16%). El mejor ejemplo lo encontramos en las cifras de marzo de Anierac, donde los virgen extra suman 10,92 millones de litros frente a los 9,87 millones de litros del oliva suave. El virgen no llega a los 2,5 millones de litros, en una atonía comercializadora que lleva prolongándose muchos meses.
Sin embargo, la buena marcha del virgen extra tampoco debe hacer olvidar el creciente peso de los aceites de semillas, especialmente el de girasol, en el mercado de consumo español.
Así, mientras las ventas en el mes de marzo de todas las categorías de aceites de oliva sumaban 26,7 millones de litros (a los que habría que sumar el 1,1 millones de orujo de oliva), las ventas de aceites de semillas suman en total 28,2 millones de litros. De este total, 24,6 millones de litros son de aceites de girasol.
Es decir, las ventas de aceites de semillas entre las grandes envasadoras superan al global de los aceites de oliva. Mirando al detalle sobre el mercado total de aceites vegetales entre estas empresas, de los 56 millones de litros puestos en el mercado en el mes de marzo pasado, solo 12,77 millones de litros lo fueron de virgen extra o virgen. El 22,6% del total.
Revista Almaceite 